Para muchos niños, el regreso a clases está a la vuelta de la esquina. Por lo que ha llegado la hora de ayudarlos a hacer el cambio de reposadas semanas de verano a semestres de bullicio y ajetreo. A continuación, consejos para preparar a tus hijos y así evitar el estrés.
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1. Ajusta la hora de acostarse. Si tus hijos han estado acostándose a las 10 p.m. durante los últimos dos meses, va a ser terriblemente difícil para ellos aceptar acostarse más temprano una vez que comiencen las clases. Explícales que cuando regresen a la escuela van a necesitar descanso extra, así que tendrán que ir a la cama temprano, y que vas a empezar a hacer el cambio un par de semanas antes del gran día. Te sugiero ir recortando la hora de acostarse unos 15 a 20 minutos cada dos días, hasta que llegues a la hora deseada.
2. Vayan a la biblioteca. Pasa el próximo par de semanas animando a tus hijos a repasar algunas de las cosas que aprendieron el año pasado, para que puedan iniciar el año escolar con confianza en vez de miedo. Probablemente tu biblioteca local estará repleta de recursos sobre una multitud de temas.
3. Visita el patio del colegio. Una visita a la escuela es una gran idea, especialmente si tienes niños pequeños o si los niños van a ir a una escuela nueva. Por lo general allí hay alguien en esta época del año, y aun si no puedes entrar, podrás pasear por los jardines para ayudar a que tus niños se familiaricen y se sientan cómodos con el entorno.
4. Regula las comidas. Si las comidas no han sido consistentes durante todo el verano, vas a querer trabajar en lograr que tus hijos coman a intervalos regulares durante el día. También podría ayudar si modificas tu horario para que se parezca más al de las clases de tus hijos. Los niños hambrientos tienen más dificultades para concentrarse y pueden estar de mal humor, así que si tu niño está acostumbrado a merendar durante todo el día, tener que pasar horas sin comer podría ser un problema. Haz que se acostumbren a eso con un poco de antelación, y les será más fácil el regresar.
5. Ten una conversación franca. Lo más probable es que tus hijos tengan algunas preocupaciones relacionadas con el regreso a la escuela. Dales la oportunidad de ventilar cualquier temor o preocupación–ya sea que lo hagas de manera formal o informal, lo más probable es que tenerte como caja de resonancia objetiva ayudará a aliviar sus tensiones–.
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