Hace pocos días fue publicado un artículo en The Atlantic donde la autora se preguntaba si era necesario pagar a las adolescentes con tal de que dejarán de tener sexo. Un estudio en África mostró que es probable que sea una gran solución para evitar el embarazo en jóvenes.
El estudio no crean que fue patrocinado por una fundación católica ortodoxa, sino por la fundación de Melinda Gates. ¿Podríamos acaso detener los embarazos en jovencitas por medio de este tipo de chantaje? Parece que sí.
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El estudio se hizo en Malawi, donde hay 177 alumbramientos por cada 1,000 adolescentes. Cifra que es altísima, pero que no está lejos de estados gringos como Mississippi, donde se tienen 55 por cada 1,000…
La táctica fue hacer transacciones condicionales de efectivo a las adolescentes, a quienes al parecer se les daba 10 dólares mensuales si atendían a la escuela. El sorprendente resultado fue que aquellas que mantuvieron su asistencia, también dejaron de tener relaciones sexuales y hubo menos matrimonios. No está claro si se condicionó su actividad sexual también, pero según los reportes de las chicas se redujo el número de embarazos.
A mí no me sorprende la táctica para nada, porque de donde yo vengo existen programas gubernamentales que premian a las parejas que son responsables en su planificación familiar. Es algo así como darte dinero por no tener más hijos. Cosa que no dista mucho de pagarles a las chicas con tal de que no queden embarazadas.
La estrategia funciona a nivel práctico, pero el problema que encuentro es a largo plazo. Esta no es un método que eduque a las adolescentes, simplemente es un premio condicional. ¿Qué pasa cuando se deje de patrocinar este método?
Lo que me gustó es que si las chicas asisten más a la escuela tendrían una probabilidad más alta de tener educación sexual y de saber que pueden tener un mejor futuro.
El verdadero problema con Mississippi y otros estados en USA es el acercamiento a la educación sexual que tienen. Si la abstinencia es el mejor método anticonceptivo que otorgas en este siglo a los jovencitos tendrás exactamente el resultado que tiene este estado: miles y miles de embarazos no deseados.
Encuentro un poquito perturbador la relación entre sexo y dinero. No estoy segura si yo educaría a mis hijas con ese precepto y seguro jamás les pagaría para no tener sexo. Sin embargo, es diferente mi historia y mi educación. Estoy segura de que si los adolescentes sienten que tienen un futuro brillante lleno de oportunidades no querrán arruinarlo con un bebé a los 15 años…
Si yo viviera en Malawi o en Mississippi tal vez mi opinión sería distinta. Aunque no, estoy segura que lo sería.
Imagen vía Thinkstock
