¿Quién no jugaba de niña con los tacones de mamá? Segura que muchas recurrieron alguna vez a este inocente acto, intentando imitar a la bella mujer que las trajo al mundo. Pero lo que antes no pasaba de ser un simple juego ¡se ha convertido en una tendencia real entre las niñas! Y es que, según un reporte del New York Times, cada vez más pequeñitas están usando tacones altos en su día a día.
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Lo más aterrador del asunto, es que no parece tratarse de una moda pasajera. Debido a que la demanda de este producto ha crecido, cada vez hay más oferta para ellas en el mercado ¿Te imaginas que en un futuro ya no fuera raro ver a una niña pequeña usando tacones altos? ¡Qué horror! De sólo pensar que las chiquitas de las próximas generaciones, podrían no disfrutar de su infancia, se me pone la piel de gallina.
Y es que, según este informe, esta tendencia forma parte de otra más grande, que está emergiendo dentro la industria de la ropa para niños. Se trata de una moda llamada "mini yo", en la que se busca crear accesorios y ropa para niños similares a los que usarían sus padres
Lo más angustiante, es que la demanda existe y ha aumentado, debido a que, como lo explica Marshal Cohen, analista de venta al por menor del Grupo NPD, una compañía que se dedica al estudio del mercado, "las niñas quieren imitar más a sus mamás, y los padres están dejando a sus niños experimentar más con su atuendo". De acuerdo a esta empresa, tan sólo el año pasado, la venta de moda en calzado para niñas aumentó (sin que se consideraran los zapatos atléticos) un 9 por ciento, en comparación con el 5 por ciento que se registró, un año previo al estudio.
Puede que algunos padres se pregunten ¿qué tiene de malo que le permita a mi hija usar lo que la hace feliz? El problema, según la doctora Shari E. Miles-Cohen, directora del departamento del Programa de Mujeres en la Asociación Americana de Psicológica, es que el mensaje que se le manda a los niños permitiéndoles vestir ropa de adultos puede resultar confuso. "La investigación sugiere que el bombardeo de imágenes sexualizadas le dice a una niña que la popularidad y el estatus social están basados en lucir como un objeto sexual" explica la Dra. Miles-Cohen.
¿Qué pueden hacer los padres para evitar que esto suceda? La respuesta es sencilla: ¡Dejar de comprarle a sus hijos ropa que los haga lucir como adultos y explicarles por qué es mejor y más conveniente para ellos que vistan de acuerdo a su edad! Mientras menos mamás adquieran estos productos para sus hijas, la oferta será menor y nuestras niñas podrán seguir disfrutando de su infancia, tal y como debería ser.
Imagen vía SplashNews