Siempre he estado súper agradecida de que mis dos hijos nacieron sanos, porque la última cosa que un padre quiere es ver a sus hijos sufrir. Es precisamente para evitar que sus hijas con discapacidad intelectual sufran que algunos padres recurren a la esterilización sin su consentimiento. Suena cruel, ¿no? Pero supongo que tiene que estar en los zapatos de los padres para entender su punto de vista.
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Aunque no estoy pasando por lo mismo que ellos, puedo ver por qué creen que la esterilización es la mejor opción. Eliza Robbins tiene 16 años y nació con una discapacidad intelectual de alta dependencia–lo cual significa que sus padres van a tener que cuidar de ella por el resto de su (o sus) vida. Según su madre, Louise, Eliza se traumatiza mucho cada vez que tiene su período. Su angustia es tal que se ha mutilado a sí misma para detener la sangre, un proceso fisiológico que, obviamente, no entiende.
Pero además de estas molestias, la otra cosa que a mí realmente me preocuparía si yo fuese la madre de una hija con discapacidad intelectual sería que alguien abusara sexualmente de ella y que tuviera que pasar por un embarazo no deseado o un aborto.
Aunque creo que ninguna mujer debe ser esterilizada sin su consentimiento, estamos hablando de chicas que no tienen esa capacidad y cuyos padres han tenido que tomar todas las decisiones importantes de sus vidas. Al final, todos podemos dar nuestra opinión, pero nadie sabe lo que es cuidar de un niño discapacitado a menos que te toque vivirlo.
Imagen vía abc.net.au
