En un hecho insólito, Erica Bovino no tuvo tiempo de salir corriendo al hospital a dar a luz después de reventar fuente, por lo que su bebita tuvo que nacer en el baño de su casa localizada en Southington, Connecticut.
La madre, de 34 años, empezó su trabajo de parto a eso de la una de la mañana y pensó que tenía suficiente tiempo para empacar su maletita e irse al hospital en vista de que con su primer hijo, que ahora tiene 3 años, se tardó unas 30 horas en nacer, de acuerdo con algunos medios de comunicación. A pesar de que la noticia ocurrió hace algunos meses, hoy nos parece una historia bonita de compartir dada la fecha, porque la verdad la historia de Erica Bobino y su bebé Stella, bien podría haber sido un milagro navideño. Te contamos cómo fue el nacimiento de la bebita Stella, aquí.
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La bebita no le dio tregua a su madre y cuatro horas más tarde, Erica llamó a su esposo el oficial de policía Paul Sulzicki para decirle que ya no era necesario que acudiera de inmediato a la casa para llevarla al hospital, pues ya era demasiado tarde.
"No tuve tiempo ni siquiera de asustarme", dijo la mujer mientras era entrevistada en un programa de televisión. "Como que entras en un estado de trance, si hubiera tenido al menos una pizca de miedo no hubiera sido capaz de tener un alumbramiento sano", agregó la orgullosa madre.
Cuando vio que la bebita ya estaba por nacer, Erica se fue al baño a prepararse para el nacimiento y por puro instinto, se puso de cuclillas.
"Recuerdo que decía, ¡vamos baby, vamos!". La madre trató de ayudar a nacer a la niña de la forma menos dolorosa posible para lo que gimió profundamente repetidas veces.
Afortunadamente, la pequeña nació casi al mismo tiempo que su padre regresó a casa del trabajo.
"Fue impresionante regresar a casa y ver a Erica con la bebita en brazos" comentó el padre de la recién nacida.
Aunque el cordón umbilical se rompió durante el alumbramiento, tanto la madre como la hija estuvieron a salvo. Según la obstetra neoyorkina Mary Rosser, "hacer esto en casa a solas es muy peligroso y puede ser potencialmente catastrófico". Sin embargo, la madre se siente bendecida y afortunada de que todo salió bien y que ella está saludable porque no en todos los casos las cosas resultan de la mejor manera explica Rosser.
¡Qué madre tan arriesgada! Atreverse a dar a luz en el baño de la casa, en lugar de llamar al 911 y a su esposo para que fueran a auxiliarla. Aunque no previó que esto podía llegar a ocurrirle, la desprevenida madre puso en riesgo su vida y la de la niña, ojalá con el tercero sea un poco más precavida y escuche las señales de su cuerpo a tiempo.
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