No sé por qué pero llevo tres días consecutivos escribiendo acerca del tema de acoso escolar o bullying, como se le conoce en inglés. La diferencia entre el caso de hoy y los de días anteriores es que en vez de que se trate de la víctima, esta historia se trata de la acosadora, la bully, y lo que su excelente madre hizo para enseñarle una lección.
Te cuento de qué se trata para ver si tú también estás de acuerdo…
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Resulta que un buen día, Ally (quien no reveló su apellido por razones de privacidad) recibió un e-mail por parte de la maestra de Kaylee explicándole que su hija llevaba varias semanas acosando a otra niña por la manera en la que se vestía. Tal era el abuso, que la niña ya no quería regresar a la escuela.
Después de discutir el tema con su hija y darse cuenta de que era obvio que a la chica le importaba un bledo, Ally decidió tomar cartas en el asunto y enseñarle una buena lección a Kaylee. La mujer se fue a una tienda de segunda mano y gastó $50 en ropa que estaba segura que Kaylee jamás se iba a poner por lo horrible que era. Ally le explicó a su hija su castigo y la niña casi se muere, pero cumplió con la orden de su madre.
Sólo le tomó dos días para darse cuenta de lo cruel que podían ser los otros niños sólo por su vestimenta y lo mucho que había hecho sufrir a la otra niña. Aunque su mamá tenía planes de obligarla a ponerse la ropa de segunda mano hasta que acabara el año escolar, al darse cuenta que había aprendido su lección, le levantó el castigo.
Muchas personas dirán que no es buen castigo humillar a los hijos, pero yo estoy totalmente de acuerdo con lo que hizo Ally y yo hubiese hecho lo mismo. A veces, la única manera de entender algo es experimentándolo. ¿No crees?
Imagen vía Fox13Now.com