Ahhh … problemas de ricos. Resulta que muchos neoyorquinos no tienen tiempo de comprometerse con las actividades escolares de sus hijos, y están mandando a las niñeras en su lugar.
Los consejeros de estas escuelas privadas ahora están muy molestos porque las niñeras vienen a las ventas de pasteles, clubs de libros, y patrullajes callejeros. ¿De verdad a alguien le sorprende esto?
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Yo nací y crecí con niñeras en México, y temo mi oscuro futuro en este país donde muchos de los padres, y sobre todo las madres, tienen que trabajar, limpiar, cocinar y aparte ser esposas, sin ayuda de nadie. ¡Mis respetos a todas!
En mi país es común tener ayuda, y sobre todo a veces es una necesidad. No me sorprende que con la agitada vida laboral de Manhattan los papás no puedan asistir a todos los eventos de las exclusivas y caras escuelas privadas (que valga decir logran pagar gracias a sus trabajos).
Cada quién sabrá como educa a sus niños, y qué tan involucrados están en sus vidas, pero si decides tener tu escuela en una de las ciudades más agitadas, complejas y caras del mundo, será difícil que se cumplen todas las expectativas de educación tipo Disney Channel. ¿En verdad hay mamás trabajadoras que se saldrían de su trabajo para ir a vender pasteles con sus hijos un martes por la mañana?
Estoy de acuerdo que algunas actividades como festivales, presentaciones de exámenes, partidos de la liga de fútbol, entre otros, son importantes, y CLARO que deberíamos intentar todo por asistir, pero nadie va a necesitar terapia si no lo acompañas al patrullaje de calles de la escuela.
Mis dos padres trabajaron hasta que fui a la universidad y tengo una infancia llena de hermosos recuerdos en su compañía durante los fines de semana y por las noches y mañanas antes de asistir al colegio.
Lo que sí me queda claro, es que los momentos más felices no cuestan, y jamás he escuchado a nadie arrepentirse de pasar más tiempo con su familia que trabajando. Cada quién…
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