Cómo controlar los antojos durante el embarazo para perder los kilitos de más después fácilmente

Los antojos durante el embarazo pueden llegar a ser una tortura. Tortura para ti y también para el pobre de tu esposo que tiene que salir a buscar, en medio de la noche, ese rico helado de brownie con sirope. Nadie sabe exactamente por qué las mujeres embarazadas tienen tantos antojos. Pero la lógica dice que todo tiene que ver con los cambios hormonales que sufrimos cuando estamos embarazadas.

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Estos cambios hormonales intensifican tu sentido del olfato y del gusto. Así que cuando te atacan los antojos, el sentido de querer satisfacerlos se hace extremadamente real. Desafortunadamente, estos cambios hormonales nos producen náuseas, nos hacen ver y sentir hinchadas, nos agotan y nos ponen de mal humor. Así que buscamos la manera de sentirnos mejor.

Está bien satisfacerlos un poco. Muchas de las comidas que nos provocan cuando estamos embarazadas son ricas en proteínas, calcio y otros nutrientes. Así que aunque estas comidas no son, por lo general, saludables y nutritivas, no nos harán mucho daño.

Pero tampoco podemos satisfacer cada antojo que nos dé. Comer mucha chatarra cuando estamos embarazadas nos pone en riesgo de una elevación de presión arterial y otras condiciones un poco aterradoras.

También, si engordamos mucho, nos va a costar mucho recuperar "la figura" después de tener nuestro bebé. Así que es bueno que busques la manera de controlar tus antojos. Evítalos antes de que empiecen.

Aquí tienes varias maneras de hacerlo:

Asegúrate de comer en pequeñas porciones cada cierto tiempo: Cuando comes a menudo, mantienes el nivel de azúcar en la sangre constante y evitas que se desencadenen los antojos. Debes comer de 5 a 6 comidas pequeñas durante el día, cada 2 a 3 horas.

Come proteínas magras, frutas, vegetales y granos integrales: Las comidas ricas en proteínas nos mantienen llenos por más tiempo. Las frutas y los vegetales están llenos de vitaminas y minerales importantes. Y los granos integrales contienen mucha fibra, la cual mantiene trabajando nuestra digestión de manera apropiada y ayuda a detener los antojos.

Cuando comes estas comidas saludables, te sentirás mejor, sabiendo que le estás proporcionando una nutrición balanceada a tu pequeño tesoro. Así que si te provoca comerte algo sabroso después, no será gran cosa porque has estado comiendo bastante sano.

Haz ejercicios regularmente (siempre y cuando tu médico diga que está bien): Hasta una simple caminata es excelente para liberar estrés. Ayuda a aclarar tu mente y a mantenerte relajada, y de esta manera no dependerás de "comidas pecaminosas".

Controla tus porciones: ¿Quieres esa barra de chocolate? OK, pero cómete una pequeña. ¿Te provocan papitas de bolsa? OK, pero cómete una bolsa pequeña. Esto ayuda a minimizar el daño, mientras te permites satisfacer tus antojos.

Busca alternativas bajas en calorías: En vez de comerte un helado alto en grasa, a lo mejor puedes complacer tu antojo comiéndote un helado de yogur. Un sorbete y helados de frutas son opciones deliciosas y bajas en calorías que puedes disfrutar.

Este post fue publicado originalmente el 16 de mayo del 2013.

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