Con todo y los dolores de cabeza que puedan darme mis hijos, no creo que sería capaz de humillarlos para castigarlos, especialmente si la humillación es pública__. Pienso siempre en como el avergonzarlos podría afectar su autoestima Sin embargo, me pongo en los zapatos de esta mamá y me digo: tendría que estar en su lugar. No la juzgo ni la critico por haber hecho que su hijo se parara en una esquina de la urbanización donde viven con un letrero en el que se lee "Me escapé para drogarme e hice mis necesidades en el porche del vecino porque me pareció gracioso… pues no es tan gracioso ahora".
Lee más en ¿Qué más? Madre que humilla a sus hijos para disciplinarlos merece una lección de crianza
La fotos del adolescente portando el letrero fueron publicadas en Facebook y se convirtieron en una sensación en internet. Lo más increíble fueron los comentarios de apoyo a la mamá, quien se sentó a ver como su hijo se humillaba públicamente, portando ella misma un letrero en el que se leía "mamá obstinada" ("pissed off mama".)
Por eso digo, tendría que estar en el lugar de esta mamá. Con los adolescentes nunca se sabe. Hacen las cosas más estúpidas (escaparse de la casa, drogarse y encima hacerse pupú en una propiedad ajena, sólo porque le pareció divertido) y parecen que no les importara nada.
Fíjate en el caso de este otro adolescente, a quien no se le ocurrió nada mejor que hacerse pipí en la cafetera del salón en el que se reúne el personal de la escuela secundaria donde estudia. El muchacho fue identificado gracias a las cámaras de vigilancia de la escuela, luego de que dos empleados reportaron haberse tomado un café con un extraño sabor a "químico", y ahora enfrenta cargos por asalto en tercer grado, será juzgado por una corte juvenil y podría ser sentenciado a 15 días en prisión y a pagar una multa de 500 dólares.
Pienso que es preferible que sea el sistema judicial quien se encargue de estos temas. Claro que no siempre hay policía o autoridades involucradas. Por eso creo que lo que hizo la mamá que obligó a su hijo a portar el vergonzoso letrero, fue una medida extrema: para sacudir al muchacho, para ver si despierta de tanta insensatez…
Creo que esta mujer fue muy valiente. No ha de ser fácil someter a un hijo a semejante vergüenza. Pero de lo que sí estoy segura es de que más difícil es vivir con un adolescente que se droga. Tuve una experiencia cercana y te digo que es insoportable.