Cuando se trata de educación cada quien hace lo que mejor cree que ayudará a ser mejor a sus hijos.
Sin embargo, creo que la información es poder y encontré un estudio muy interesante que tomaré en cuenta cundo tenga mis propios niños, que dice que existen algunas frases bonitas que les decimos, resultan terriblemente destructivas para su desarrollo.
Aunque todos tendemos a repetir las frases que juramos no decir de nuestros padres, a veces es difícil luchar contra el instinto aprendido. Aquí están las frases que de acuerdo a los expertos, influyen negativamente a los niños. Lean bien antes de juzgarme:
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1. "¡Buen trabajo!": Parece malévolo no reconocerle a tus hijitos una buena actividad, ¿verdad? Resulta que la frase no es negativa, pero tendemos a repetirla miles de veces y la decimos por cosas que realmente no representaron mucho esfuerzo para ellos.
Una alternativa creativa que permite a tu chiquito juzgar por sí mismo que es un buen trabajo y qué no, es "¡Realmente te esforzaste en esto!". Así el enfoque va a que no importa el resultado, el esfuerzo es lo que cuenta. Ahora tiene más lógica, ¿no?
2. "¡Buen niño (o niña)!": La mayoría de la gente dice esto para motivar a sus peques y subirles el autestima, ¿correcto?, pero cuando un niño escucha estas palabras después de hacer algo que TÚ ordenaste hacer, lo relacionan a que sólo son buenos haciendo tu voluntad.
Lógico que entonces que la criatura sienta una gran presión para no perder el estatus de "buen niño" ante tus ojos. Esto también puede detener futuras colaboraciones creativas y espontáneas por hacer algo que crean que TÚ vas a pensar que es bueno o malo.
Si decimos "Aprecio muchísimo cuando cooperas/me ayudas en la casa", esto informa a tu chiquillo sobre lo que realmente aprecias, que es la colaboración, y no que se cumplan sólo tus mandatos. ¿Ustedes quisieran salir con un hombre que no sabe decidir qué es lo que quiere, o peor, un mommy's boy?
3. "¡Qué hermosa pintura!": Ahh.. cómo recuerdo mi primera mala nota por pintar una sopa de colores. "¡Las sopas no son de colores!" me dijo mi profesora, y con ello seguro arruinó el Van Gogh que tenía dentro.
Cuando se trata de obras de creatividad de tus hijos, recuerda que ellos tienen la mente llena de infinitas posibilidades.
"Veo que pintaste un arcoíris en tu sopa. ¡Cuéntame más sobre ella!" seguro me hubiera hecho no recordar esa terrible desilusión de mi infancia.
4. "No llores corazón": No me imagino cómo se romperá mi corazón cuando mi bebé lloré, pero decir "No llores", invalidará tal vez sus sentimientos y puede que le indique que es mejor contenerse emocionalmente, y deshacerse del coraje haciendo algo menos constructivo después.
"Está bien llorar, amor. Aquí estoy contigo" suena como algo más lindo. Inclusive tratar de verbalizar lo que siente tu pequeño puede enseñarle a manejar su tristeza. Algo así como "Estás muy decepcionada de que no te compré tu pastelito, ¿eh?" y con ello tal vez se logren regular sus emociones y controlar su frustración poco a poco.
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