Un niño de 11 años estaba jugando con su perro enjaulado el viernes pasado en su casa en la Florida cuando el animal le agarró la mano y no se la soltaba. El hermano mayor del chico golpeó al perro con un palo, pero para entonces el animal le había arrancado el dedo meñique al niño y se lo había tragado entero. Me puedo imaginar lo aterrorizante que debe haber sido esto para el pequeño Fernando Brignoni, pero la sorprendente reacción de su padre debe haber sido aún más devastadora.
"Busqué mi pistola y le disparé", le dijo Luis Brignoni al diario The Miami Herald refiriéndose a Sassy, el perro de la familia. Pero eso no es todo…
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Luego Brignoni, quien dice que lleva muchos años cazando, le abrió el estómago a Sassy para recuperar el dedo meñique de su hijo y lo envió junto al niño cuando este fue trasladado en helicóptero a un hospital de la zona. ¿Te imaginas lo sangrienta que debe haber sido esa escena?
Lamentablemente, parece que el perro fue sacrificado por puro gusto porque los médicos no pudieron volver a adjuntar el dedo y mientras que Fernando está bien, va a tener que vivir con sólo cuatro dedos en su mano izquierda. Y estoy segura de que jamás olvidaré este espeluznante incidente.
No quiero juzgar al padre por lo que hizo por su hijo, pero es innegable que se pasó de la raya. No tengo idea cómo habría reaccionado si nuestro perro le hace algo así a uno de mis hijos, pero estoy convencida que yo no podría matarlo y luego abrirle el estómago.
La familia Brignoni dijo haber criado a Sassy desde que era un cachorro, así que estoy seguro que era otro miembro de la familia más. Brignoni defendió sus acciones diciendo que no hay nada que no haría para proteger a sus hijos. Y mientras yo siento lo mismo, se me hace muy difícil entender la necesidad de matar al pobre animal.
Imagen vía WTSP.com
