Tyler Rathjen sabía que se podía meter en problemas por conducir tan rápido, pero su mujer estaba a punto de dar a luz a su tercer hijo y no había tiempo que perder. Aunque una patrulla lo venía persiguiendo con las luces y la sirena prendida, Tyler sólo se vio obligado a parar cuando le tocó una luz roja en una intersección en la ciudad de Iowa y había mucho tráfico para que pudiera seguir.
Al parar el vehículo, Tyler se bajó gritando que su bebé estaba naciendo mientras que le daba la vuelta al carro para socorrer a su esposa Ashley.
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Al acercarse al carro, el oficial de policía, quien pensó que iba a tener que escoltar a los padres al hospital, se quedó helado cuando se dio cuenta que el bebé ya había nacido. Ashley sólo tuvo que pujar un par de veces antes de que su hijo Owen naciera ahí mismo en medio de la calle.
El increíble incidente fue captado por la cámara de la patrulla y se escucha claramente como Ashley dice, "¡Ay, Dios mío, ahí viene, ahí viene!" y después se escuchan los primeros llantos del pequeño Owen. El bebé pesó 7 libras 12 onzas y está en perfecto estado de salud.
No hay caso que Tyler y Ashley van a tener una gran historia que contarle a Owen cuando esté más grande, por no hablar de la increíble historia que Owen pondrá contar acerca de su nacimiento.
Ah, y por si te lo preguntabas, ¡obvio que la policía no multó a Tyler por exceso de velocidad!
Imagen vía KCRG.com
