Una de cada tres parejas se divorcian por culpa de sus hijos

Si tus hijos todavía están pequeños, sabes perfectamente bien de lo que te voy a hablar. Antes de tener hijos, jamás imaginé que podía pasar tantas noches sin dormir bien y no caer muerta del cansancio. Aunque tengo un esposo maravilloso que es aun mejor padre, lo cierto es que su sueño suele ser tan profundo que siempre le tengo que recordar cuando le toca a él ir a atender al que está llorando. El cansancio de ambos al día siguiente ha sido la causa de más de una pelea entre nosotros. 

Por eso es que entiendo perfectamente bien como es que, según una reciente encuesta, uno de cada tres matrimonios terminan en divorcio por la falta de descanso a causa de los llantos de un bebé. 

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Jamás olvidaré que cuando nuestra primera hija estaba recién nacida y todavía dormía en un moisés al lado de nuestra cama, mi esposo dormía tan profundo que muchas veces ni se daba cuenta lo mucho que se despertaba la bebé llorando durante la noche. En esas épocas él trabajaba fuera de la casa y yo me sentía mal despertándolo para que se encargara de su hija. Pero lo que me enloquecía era cuando se despertaba después de una noche particularmente difícil y aunque me veía con cara de ultratumba me decía: "Vanessa durmió mucho mejor anoche, no?" ¡Ay, qué ganas de ahorcarlo!

La encuesta de 2,000 padres fue llevada a cabo en Inglaterra y estoy segura que muchas mamás nos podemos identificar con los resultados. Por ejemplo, un 11 por ciento admite haber fingido estar dormido cuando el bebé se despertó llorando para que su pareja se tuviera que encargar. Esta cifra me parece bastante baja ya que estoy segura que muchas más parejas hacen lo mismo. Lo digo porque tanto mi esposo como yo lo hemos hecho innumerables veces y creo que es algo totalmente normal cuando uno está tan cansado. 

Todo esto demuestra que aunque tener hijos es lo mejor que me ha pasado en mi vida, criarlos también es una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida. Si tu matrimonio no es fuerte y estable antes de tener hijos, lo más probable es que las cosas no mejoren después  de que nazcan.