Desde el momento que anuncié mi primer embarazo y a medida que mi panza iba creciendo, todo el mundo tenía ganas de predecir el sexo de mi bebé. Especialmente cuando se enteraban que mi esposo y yo habíamos decidido no averiguarlo ya que queríamos sorprendernos el día de su nacimiento.
Para adivinar si iba a tener un niño o una niña, me miraban la forma de la panza, me colgaron un anillo sobre la palma de la mano para ver cómo se movía y hasta me hicieron sentarme en una de dos sillas para ver si escogía la que tenía el tenedor o el cuchillo abajo. Al final, todos estos métodos me decían algo diferente y es que realmente no son infalibles sino más bien creencias populares. Pero ahora una periodista científica, que ha escrito un libro acerca del embarazo, dice que sólo basta con mirar el tamaño de tus senos.
Así es. Según Jena Pincott, autora del nuevo libro "Do Chocolate Lovers Have Sweeter Babies?", los senos nos crecen más cuando vamos a tener una niña que un niño. De hecho, hay una diferencia de casi dos centimetros ya que en promedio los senos nos crecen unos 8 centimetros cuando estamos embarazadas de una niña y unos 6.3 centimetros cuando llevamos a un varón dentro del vientre.
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¿La razón? Pincott dice que es porque los varones producen más testosterona y requieren más energía de su madre, lo cual podría suprimir el crecimiento de nuestros senos.
Tengo la suerte de haber tenido una niña y un niño, así que puedo comparar para ver si es cierto lo que dice esta escritora y tengo que admitir que tiene toda la razón. Mi pecho creció más cuando estaba embarazada con mi hija que con mi hijo. De hecho, fue el primer cambio que noté cuando quedé embarazada por primer vez con mi hija, cosa que no pasó tan rápido la segunda vez con mi hijo.
Así que ahora ya sabes. En vez de dejar que te hagan todas esas cosas locas para adivinar el sexo de tu bebé, ¡lo único que tienes que hacer es ver el tamaño de tu pecho!
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