Las intenciones de un chico de quinto grado que llevó marihuana a su escuela en Virginia eran buenas, pero aun así podría ser expulsado por hacerlo. Al parecer el niño no quería que su papá fumara más marihuana por lo que decidió llevársela a la escuela y enseñársela a su maestra. Lamentablemente, tener marihuana o cualquier otra droga en las instalaciones de la escuela va en contra de las reglas del distrito escolar sin importar la razón. Aunque cada escuela tiene el derecho de escoger cómo castigar al que rompe las reglas, los directores tienen la obligación de reportar el incidente a la policía local.
El chico ha sido suspendido y lo más probable es que sea expulsado de la escuela.
Aunque entiendo que rompió las reglas y debería ser castigado, me preocupa de sobre manera el hecho de que no se esté investigando qué tan cierta es su excusa. Estoy segura que el niño debe haber sabido que se iba a meter en problemas si llevaba la marihuana a la escuela y el hecho de que se la haya enseñado a su maestra me indica que estaba buscando que descubrieran lo que había hecho.
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Me pregunto qué tan fuerte debe ser la adicción de su padre a la marihuana como para que el chico esté tan preocupado y haya tomado la decisión de llevar la droga a su escuela. Se me hace que expulsarlo de la escuela es bastante drástico y podría tener repercusiones negativas.
Aunque no conozco todos los detalles, si al chico no se le hizo difícil encontrar la marihuana de su padre y llevarla a la escuela, es obvio que algo anda mal ya que la droga no debería estar a su alcance. En vez de expulsarlo, deberían investigar cuál es su situación en casa y verificar que sus padres estén encargándose de él debidamente.
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