Las recomendaciones para las mujeres embarazadas están por todas partes, que si no se puede comer nada crudo, que si las vitaminas prenatales son indispensables, que nos olvidemos del café. En fin, la lista de todo lo que hay que hacer o evitar es interminable, pero pocas sabemos cómo tenemos que preparar nuestro cuerpo para la paliza que recibe cuando estamos gestando un bebé.
Algunas campañas como la de Nacer Sano, de la organización March of Dimes nos han concientizado sobre la necesidad de tomar ácido fólico, pero hasta ahí nomás. Sin embargo, hay varias medidas que puedes tomar para garantizar que tu cuerpo esté en buenas condiciones para soportar el rigor del embarazo y ofrecer lo mejor que puedes a la salud de tu bebé.
Como primer paso, hay que ponerse en forma. Los especialistas aseguran que si comenzamos el embarazo ya pasadas de peso, probablemente pongamos nuestra salud y la del bebé a riesgo. Las mujeres con sobrepeso tienen más posibilidades de sufrir de hipertensión y diabetes gestacional, entre otras cosas. Eso sin hablar de la vanidad. Mientras más sobrepeso tenemos, más difícil es recuperar la línea y vernos como nos gusta.
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En segundo lugar hay que hacer caso y tomar el famoso ácido fólico. Comer sano es importante en cualquier etapa de la vida, pero en los meses antes de embarazarse es indispensable que los niveles de ácido fólico estén adecuados en nuestro cuerpo. Su falta puede provocar graves problemas de salud y hasta deformidades en tu bebé. El más conocido es el de la espina bífida.
Hay que hacerse un chequeo médico general. Durante el embarazo hay que evitar muchísimas medicinas y no quieres enfermarte de algo predecible y después sufrir o sufrir una complicación.
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Haz planes para que otros atiendan a tus mascotas si tienes. Si no, evita traer un nuevo animal a la casa. Algunas mascotas pueden pasarte una bacteria que da una toxoplasmosis, una enfermedad que afecta a la madre y al niño. Otras tienen la bacteria E.Coli.
Por último, reduce bastante tu ingesta de alcohol y para totalmente de fumar si lo haces. Mientras tu bebé esté en tu cuerpo no debes consumir ninguno de los dos, así que es mejor desintoxicarse con tiempo.
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