Recuerdo que una de mis preocupaciones después de dar a luz era que en el hospital me intercambiaran a mis hijos por otros bebés y que me llevara a la criatura equivocada a casa. Ya sé que suena de película, pero es que pasa en la vida real–tal y como les sucedió a dos parejas rusas hace 14 años. Yulia Belyaeva y Yelena Iskanderov dieron a luz a dos niñas en el mismo hospital casi a la misma hora. Se cree que cuando las mamás se quedaron dormidas, las bebitas fueron intercambiadas al ser identificadas erróneamente.
Al llevar a sus hijas a casa, hubo preguntas acerca de lo poco que se parecían a sus padres y demás familiares, pero no fue hasta 12 años más tarde que los Belyaeva y los Iskanderov se enteraron que habían criado a las hijas equivocadas.
Las familias se enteraron del error que había cometido el hospital cuando el Alexi, el esposo de Yulia, comenzó a sospechar que su mujer le había sido infiel porque su hija no se parecía en nada a ninguno de los dos. De hecho, la niña tiene las facciones trigueñas de su padre biológico mientras que los padres que la criaron no pueden ser más blancos.
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Yulia le aseguró a su marido que no le había sido infiel, pero Alexi no le creyó, le pidió el divorcio y se negó a seguir manteniendo a su hija. Fue ahí cuando Yulia los tres se sometieron a una prueba de ADN para comprobar la paternidad de la niña. Pues imagínate la sorpresa que se llevaron cuando los resultados indicaron que ¡la niña no era hija ni de Alexi ni de Yulia!
Los Belyaeva y los Iskanderov decidieron dejar las cosas como estaban ya que habían pasado muchos años y las niñas habían sido criadas de maneras muy diferentes. Aun así, se ven a menudo y están tratando de criar a sus hijas todos juntos.
Yo no sé qué haría si me pasa algo así, pero mi primera reacción es que aunque no hayan diferencias culturales o religiosas–como las hay en este caso–para mí sería muy difícil devolver a la hija que he criado por 12 años y aceptar a uno que ni conozco. Por otro lado, también sería muy raro saber que mi hija biológica está por ahí, que es idéntica a mí, pero que no la estoy criando por un error garrafal del hospital. ¡Qué locura!
Imagen vía CBS