Aunque a mis hijos todavía no les ha pasado, sé que el momento llegará cuando se rebelen y no quieran hablar español–y no me gusta nadita la idea. Parte de mí quiere creer que esto nunca va a pasar con mis hijos, pero sé que esto es una realidad para muchos padres que crían hijos bilingües. Así que quiero asegurarme de que estoy preparada para cuando se nieguen a hablar español conmigo.
Tal vez tú ya está pasando por esta etapa con tus hijos y no estás segura que se supone que debas hacer. Así que quiero compartir algunos de los consejos que he reunido de los expertos en los últimos años he estado escribiendo acerca de la crianza de niños bilingües.
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Algunos de estos tips son un poco más drásticos que los otros, pero nadie mejor que tú sabrá cuáles utilizar dependiendo de tu propio estilo de crianza:
- Recuérdale a tus hijos que en tu casa se habla español. Puedes hacer esto al explicar por qué es importante para ti que lo hagan. Trata de no hacerlos sentirse culpables o que están haciendo algo malo. Recuerda ser gentil al animarlos a que usen el español, para que no sientan que hablar español es una tarea. Y siempre, siempre dile lo orgullosa que estás de sus habilidades en español.
- Otra buena táctica es que repitas todo lo que te dice en inglés, pero en español--igual que haría con un niño chiquito que recién está aprendiendo a hablar. Así que si, por ejemplo, tu hijo te "We played hide-and-seek today?", tú le puedes contestar diciendo: "¿Jugaste a las escondidas hoy?" Y hasta puedes añadir otra pregunta — como "¿y con quién jugaste?"– para continuar con la conversación. Aunque esto puede ser un poco tedioso y no siempre funciona, definitivamente vale la pena el intento, especialmente si tienes niños pequeños.
- Este último consejo es un tanto drástico, pero conozco padres que juran que es lo mejor: diles que no entiendes cuando hablan inglés. Si es cierto que no hablas inglés, funcionará bien. Si es falso, puede que funcione si tus hijos todavía están muy chiquitos como para entender que no es verdad lo que dices.
Sobre todas las cosas, no trates de forzar la situación o se va a convertir en un campo de batalla y es probable que pierdas. Y recuerda que la etapa de rebelión es totalmente normal y que tus hijos probablemente lo harán no sólo con los idiomas, pero también con los alimentos, la ropa que se ponen, la música que les gusta, etc. ¡Buena suerte!