¿Te imaginas estar tomando tus pastillas anticonceptivas todos los días sin falta porque no quieres volver a quedar embarazada y de repente enterarte que no sirvieron? Estoy segura que eso deber ser difícil de digerir. Pero, ¿qué tal si te enteras que estás embarazada porque todo este tiempo estabas tomando vitaminas y no pastillas anticonceptivas? Pues eso fue lo que le pasó a Shelby Nell, una mujer en Wisconsin que quedó en cinta porque la clínica le había dado vitaminas prenatales por equivocación.
Nell y su esposo han demandado a la clínica en busca de manutención para su hijo que nació en diciembre del 2009.
La corte no está de acuerdo con la pareja y ha dicho que la clínica no es responsable por la manutención del niño y que aceptar este tipo de demandas podría abrir la puerta al fraude. Sin embargo, la corte dice que la pareja sí puede enjuiciar a la clínica por daños y perjuicios sufridos a causa del embarazo no deseado.
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Honestamente a mi todo esto me suena rarísimo. Y es que simplemente no puedo entender cómo Nell no se dio cuenta que lo que le habían dado eran vitaminas prenatales en vez de pastillas anticonceptivas porque unas son gigantes y las otras diminutas. Tal vez lo podría entender de una mujer que jamás ha visto pastillas anticonceptivas o de una madre primeriza que nunca ha visto pastillas prenatales, pero Nell ya había tenido un hijo…
De todos modos, aquí el verdadero culpable es la persona que cometió el error en la clínica y, por ende, la clínica. Pero la persona que más pena me da es el bebé que nació por culpa de este error ya que algún día seguramente se enterará de la odisea que causó su nacimiento.