Los doctores le advirtieron que quedar embarazada no era buena idea, pero Juliana Finondo no les hizo caso y estoy segura que hoy no se arrepiente. La argentina de 39 años, quien tuvo un trasplante de corazón exitoso en 1999, dio a luz a su hijita Emilia hace dos semanas, convirtiéndose en la primera paciente trasplantada en lograrlo vía fertilzación in vitro. A los doctores de Finondo les preocupaba que el embarazo le causara presión adicional a su corazón dado que las mujeres tienen un 40 por ciento más de sangre cuando están en cinta. Además, los medicamentos necesarios para una fertilización in vitro pueden crear complicaciones adicionales, según expertos.
Pero Finondo estaba convencida que quería ser madre y no había quién le quitara esa idea de su mente.
De hecho, esta valiente mujer dice que nunca sintió miedo y que tal vez es demasiado optimista. Pues yo creo que tiene razón, pero después de haber pasado por un trasplante de corazón, me imagino que esa es la única manera de vivir.
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Me encantan este tipo de historias porque demuestran que uno nunca se debe dar por vencida y que aunque la vida nos quita algunas cosas nos da otras a cambio. También es un gran ejemplo de lo importante que es para muchas mujeres poder cumplir con su sueño de ser mamás y lo difícil que debe ser no poder lograrlo.
Finondo tiene una suerte increíble, pero me parece que también tiene mucha determinación y valentía. Y una tremenda historia para contarle a su hija cuando sea más grande. ¡Le deseamos toda la felicidad del mundo!
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