A una maestra en la Florida se le ocurrió la brillante idea de obligar a sus estudiantes a usar papel de lija para delinear con sus dedos las palabras que habían sacado incorrectas en sus exámenes de ortografía. Según las reglas, los estudiantes tenían que delinear cada palabra cinco veces, cinco veces al día por cinco días consecutivos. Al final de ese tiempo, la mayoría de los estudiantes terminaron con los dedos ensangrentados. Cuando los padres se enteraron de lo ocurrido, acusaron a la maestra veterana de abuso infantil y exigieron respuestas por parte de la escuela.
La maestra, Anna Garrett, ha sido suspendida mientras se investiga el caso, pero el distrito escolar asegura que abusar de sus estudiantes no fue su intención.
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Al parecer, se trata de una forma innovadora de enseñarles ortografía a los niños ya que al usar múltiples sentidos se supone que su cerebro se acuerde mejor cómo escribir sin faltas. A mí me parece lo más ridículo que he escuchado en mi vida. Y obvio que es un método que no funciona ya que según Josh Sommer, uno de los estudiantes de 11 años de Garrett, lo único que aprendió de esta lección fue que delinear palabras en papel de lija duele.
Lo peor del caso es que según Josh cuando él y otros estudiantes se quejaron que les dolía el dedo y que estaban sangrando, la respuesta de Garrett fue que se callaran la boca y regresaran a sus sitios.
Yo no tengo la menor idea qué clase de maestra será Garrett, pero si fuera la maestra de mi hija yo hubiese pegado el grito en el cielo.
Imagen vía Public Domain Photos/flickr
