Comerse un sándwich podría arruinar la salud de niña de 3 años de por vida

¿Te imaginas estar almorzando con tu hijita de 3 años y que de repente comience a sangrar por la boca? Pues eso fue lo que pasó la semana pasada cuando Laura Clark y su hija Aubrey estaban almorzando en Subway. Después de su primer bocado, Aubrey se quejó que le dolía la boca. Su mamá no le hizo mucho caso, pero después del segundo bocado, Laura se dio cuenta que su hija se quedó con la comida en la boca y que estaba a punto de llorar.

Fue entonces que le dijo que escupiera lo que tenía en la boca para ver qué estaba pasando. De inmediato, Laura dice que se dio cuenta que estaba sangrando y tenía pequeños tajos en el paladar, el cachete y la lengua. Lo que encontró dentro del sándwich de pavo que Aubrey se estaba comiendo la dejó con la boca abierta. 

Se trataba de dos pedazos de vidrio, según Laura. Después de quejarse con la persona a cargo, la mamá llevó a su hija al hospital donde afortunadamente concluyeron que los tajos no eran lo suficientemente profundos para necesitar puntos. Al revisar el sándwich juntos, Laura y el doctor que atendió a Aubrey, encontraron siete pedazos más de vidrio.

Lo malo es que por el próximo mes, Aubrey corre el riesgo de obetener una infección o una perforación en el intestino si todavía tiene pedazos de vidrio en su estómago. 

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Además de la preocupación que esto implica, Laura dice no estar satisfecha con la respuesta de Subway. Pero según representantes de la compañía, ellos han seguido el protocolo y están investigando el caso.

Ya sé que este es un caso aislado, pero creo que me va a dar cosa llevar a mis hijos a comer a Subways. Y es que ¿quién iba a imaginarse que comerse un sándwich podría terminar siendo tan peligroso?

Imagen vía Looking Glass/flickr