Bebita se cae de una silla y se le incrusta lápiz en el cráneo

Todo el tiempo me la paso diciéndole a mis hijos que no corran con un lápiz en la mano ya que si se caen se lo pueden clavar en el ojo o en algún otro lado de la cara. Claro que ellos me miran como si estuviese loca, pero ahora tengo la historia de la pequeña Olivia Smith para usar como prueba de que lo que digo es cierto. Olivia se cayó de la silla mientras que estaba coloreando hace dos semanas y se le incrustó un lápiz anaranjado en la cabeza. El lápiz entró por el lado de uno sus ojos y le perforó el cráneo. La hermana mayor de Olivia fue quien salió corriendo a alertar a su mamá.

Y yo no me puedo ni imaginar lo que debe haber sentido cuando se enteró. ¡Qué impresión!

Al principio, Susie Smith dice que no se dio cuenta que todo el lápiz se le había incrustado ya que sólo veía un pedacito saliendo de uno de sus ojos. Yo probablemente me hubiese desmayado de tan sólo ver algo así. Según los neurocirujanos que participaron en la delicada operación para extraer el lápiz de su cráneo éste escogió el camino perfecto ya que no afectó ni el nervio óptico ni las arterias principales.

Desafortunadamente, durante la cirugía, Olivia sufrió tres derrames cerebrales, dejando la parte derecha de su cuerpo inmóvil. Milagrosamente, la pequeña, quien tiene 20 meses, se está recuperando de manera impresionante. Pero la experiencia no debe haber sido nada fácil ni agradable para la familia Smith. 

No sé si contarles la historia a mis hijos los hará entender porque siempre les estoy diciendo que tengan cuidado cuando tienen un lápiz en la mano, pero a veces estas historias tan impactantes (y además reales) son mucho mejores que tener que escuchar mi misma cantaleta. 

Imagen vía orangeacid/flickr