La semana pasada cuando los papás de Tanner Cagle se dieron cuenta que su hijo no estaba en el autobús escolar en el que regresa a casa todos los días, se preocuparon y fueron a buscarlo a su escuela en Caldwell, Idaho. Te imaginarás su horror cuando lo encontraron encerrado en un cuartito del tamaño de un clóset con la puerta cerrada y las luces apagadas. La maestra de Kinder de Tanner lo había encerrado ahí como castigo y lo había dejado por horas, incluso olvidándose de sacarlo del cuarto antes de irse a su casa al final del día.
El pobre Tanner se había hecho pipí en sus pantalones y estaba llorando muerto de miedo cuando lo encontraron, según su papá James Cagle. Y ahora él y su esposa le están pidiendo al distrito escolar que despidan a la maestra.
Por su parte, los funcionarios de la escuela admiten que el cuartito donde estaba Tanner se usa para sesiones de tutoría individuales y no para castigar a los niños y están de acuerdo con que la maestra cometió un grave error por el cual se han disculpado. Aunque no han dicho si la maestra será castigada o no, según los padres de familia de la escuela primaria, ella fue a trabajar como si nada el día después del incidente.
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Yo estoy de acuerdo con James Cagle quien dice que si un padre hubiese sido acusado de hacerle algo similar a su hijo en su casa, las consecuencias hubiesen sido mucho peores. Yo sé que todos cometemos errores, pero la verdad me parece inadmisible que una persona cuyo único labor es guiar y educar a niños no supiese que hay muchas otras maneras en las que se puede disciplinar a un niño sin tener que marcarlo de por vida.
Cada vez que me enteró de algo terrible que hizo una maestra, me pregunto si las de mis hijos serían capaz de hacer algo similar. Y la verdad es que lo dudo porque me han demostrado que son de lo más sensatas y profesionales. Pero, al parecer, uno nunca sabe.
Imagen vía KBOI12.com