Acabo de terminar de leer acerca de Derya Sert, una mujer turca que se someterá a tratamientos de fecundación in vitro después de tener el primer trasplante de vientre exitoso, y me he quedado con la boca abierta. Aunque nunca he sido fanática de la ciencia, es innegable que muchos de los logros de los científicos en las últimas décadas parecen ser tema de ciencia ficción. En segundo lugar, la historia de Sert me recordó lo devastador que debe ser querer ser madre y no poder por razones médicas. Aunque estas mujeres tienen otras opciones, el hecho de que Sert está dispuesta a someterse a la clase de tratamientos médicos que están sentando precedentes a nivel mundial dice mucho acerca de su deseo de quedar embarazada.
¿Qué estarías dispuesta a hacer para convertirte en mamá?
Supongo que es una pregunta que sólo puede responderse una vez te enfrentas con el dilema.
El cirujano de Sert, el Dr. Omer Ozkan, cree que su paciente estará lista para someterse a los tratamientos de fecundación in vitro en unos tres meses, cuando llegue a la marca de 18 meses con su vientre trasplantado, el tiempo más largo que cualquier mujer ha estado sin problemas de rechazo. Ozkan descongelará y transferirá dos de los ocho embriones que Sert congeló antes de que comenzara su odisea. Con suerte, su sueño de convertirse en mamá pronto será realidad.
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"Si tuviera una varita mágica, yo estaría embarazada ahora. Sólo quiero cargar a mi bebé en mis brazos, ser madre", dijo Sert, una mujer casad de 22 años al The Daily Mail del Reino Unido.
El procedimiento no está exento de críticos que alegan que un embarazo podría traer complicaciones fatales. Espero de verdad que este no sea el caso de Sert porque me imagino lo que su éxito significaría para las muchas mujeres quienes, como ella, anhelan convertirse en madres.
Imagen vía Photos by Lina/flickr