Las madres en realidad son los héroes más increíbles de todos. La historia de la mamá británica Dawn Graves es testamento de esto. Esta madre sacrificó su vida para salvar la de su hijito de 20 meses de edad, no dejando que un camión atropellara al pequeño, como reporta el Huffington Post.
La valiente mamá de 25 años de edad estaba ajustando su bolso y el coche del niño a la orilla de la calle. Cuando ella vio el camión que venía hacia ellos desenfrenado, esta madre le dio un empujón al coche con el niño, pero esta cayó en pleno camino del vehículo. Tristemente, Graves sufrió heridas muy serias durante el accidente, pero su muerto no fue en vano, pues sus valientes acciones le salvaron la vida a su hijito, Aidan, quien fue llevado al hospital solamente con heridas leves en la cabeza.
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Investigaciones más tarde revelaron que el espejo del camión no estaba debidamente ajustado, como reporta el UK Daily Mail, y por eso impedía la visión del conductor. No obstante, el incidente fue declarado un accidente. Graves deja a su pareja y a dos otros niños, una hijastra y otra hijita.
Verdaderamente, ésta es una historia conmovedora. Se me vienen las lágrimas al pensar como debe de sentirse la familia, por un lado felices porque el pequeño Aidan está bien y a salvo, pero tristes por la muerte de su mamá. Sólo espero que ellos puedan encontrar un poco de consuelo en saber que Graves murió actuando de una manera heroica y siendo la mejor mamá que pudo ser, protegiendo lo que ella sin duda más amaba: su hijito.
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