Bien dicen por ahí que es mejor "no hacer cosas buenas que parezcan malas" pues luego uno se puede andar metiendo en problemas innecesarios. Y me imagino, que esa es la lección que habrá aprendido, Art Deaner, un residente de Nueva Jersey, que se metió en un problemón con las autoridades por hacerle un favor a una amiga. Resulta que el señor estuvo a punto de enfrentar cargos por el secuestro de una menor, a principios de esta semana, luego de que su amiga le pidiera que recogiera a su hija de la escuela y éste se llevara a la niña equivocada, como señala un informe del Daily News.
La terrible confusión ocurrió el pasado martes por la tarde, en una escuela ubicada en la ciudad de Gloucester, a las afueras de Philadelphia. Según este medio, se suponía que Deaner, debía recoger a la pequeña, Courtney Fetter, de seis años, después de clases, pero en su lugar, se llevó a una niña llamada, Courtney Durr, de nueve años de edad.
Lo que alimentó aún más esta graciosa confusión, es que ambas tenían el cabello claro y casualmente, las dos estaban esperando ser recogidas por amigos de sus padres en el mismo lugar. Para colmo, según las autoridades, Deaner, tampoco tenía una idea clara de cómo lucía la niña a la que debía recoger. Así que, como si se tratara de una película cómica, cuando el señor vio en la parada del autobús, a una niña con las características de la hija de su amiga, se acercó para decirle que estaba buscando a una Courtney y ella le contestó que ése era su nombre, por lo que se fue con él.
Pero, Deaner, descubrió el error, hasta que le preguntó a la niña sobre un viaje que él sabía que había hecho con su mamá a Maine, fue entonces, cuando la pequeña le contestó, que nunca había estado en ese lugar y fue ahí cuando se dio cuenta, de que se había llevado a la niña equivocada. Lo malo es que, cuando el señor se dio la vuelta, para regresar a la menor a la escuela, ya tenía a una patrulla de la policía diciéndole que se orillara.
Afortunadamente, cuando Deaner fue llevado a la estación de policía y aclaró lo ocurrido, lo dejaron salir. Por suerte, la mamá de Courtney Durr, perdonó la equivocación y el suceso no pasó a mayores. Pero estoy segura que tras esta confusión, el pobre Deaner, no se volverá a prestar a hacerle ningún favor a nadie, pues si no fuera porque las autoridades y los papás de la niña, le creyeron su versión, probablemente, estaría metido ahora, en un gran problema con la ley.
Qué bueno que todo se resolvió y que al final, los protagonistas de esta historia, hasta se pueden reír de tan cómica equivocación. Pero sin duda, la gran enseñanza que les deja esta experiencia a los padres, es que enseñen a sus hijos a no confiar en personas que nunca hayan visto antes, pues no quiero ni pensar, en lo que hubiera pasado, si este señor hubiera tenido malas intenciones.
Imágenes vía NBC Philadelphia
