Lo que más recuerdo de mis clases de yoga para embarazadas era que las instructora repetía cada 30 segundos la palabra "piso pélvico". Al menos las primeras dos clases no tenía idea de que la pelvis tuviera un piso, ni qué tenía que ver eso con un embarazo saludable. Así que antes de la tercera me dediqué a investigar y afortunadamente encontré bastante material que hablaba sobre los beneficios de fortalecer los músculos de la parte baja del abdomen. A estos ejercicios se les conoce habitualmente como Kegel.
Aunque hay varios tipos, el más conocido es contraer el músculo pélvico como si estuvieras deteniendo el flujo de líquido cuando estás orinando. Realizarlos de forma repetida durante el embarazo y después del parto, ayuda a mantener este músculo en forma y a evitar que se debilite. Entre otras cosas, e__sto ayuda a sortear la incontinencia urinaria, ya que no es nada raro que a una embarazada se le escape algo más que la risa cuando estornuda o tose.__
Los médicos tienen tiempo recomendando este tipo de ejercicio, sin embargo un nuevo ensayo clínico ha puesto en evidencia su efectividad. El estudio, que se realizó entre mujeres en su segundo trimestre de embarazo, concluyo aquellas que había practicado ejercicio aeróbico moderado y los "Kegels", eran mucho menos propensa a tener pérdidas involuntarias de orina durante el tercer trimestre o después del parto.
¿Como puedo practicarlos?
Para comenzar definamos que el "piso o suelo pélvico" está formado por una serie de músculos que proporcionan sostén a la parte baja del abdomen donde se encuentra la vejiga, el útero y la parte baja del intestino. Estos músculos se encuentran entre las nalgas, muslos y pelvis.
Durante el embarazo, el constante peso sobre esta área hace que la tensión necesaria para mantenerse funcionando se pueda ver interrumpida. La buena noticia es que inclusive pocas semana de práctica constante pueden hacer una gran diferencia.
No tiene nada de difícil, sólo hay que tomar consciencia del movimiento y repetirlo en series de 10 ó 12 por lo menos 2 veces al día. La forma más fácil es probar detener la orina repentinamente. Esa acción significa apretar los músculos de la vagina como hacia arriba, pero sin apretar el estómago, nalgas o piernas. Se pueden hacer parada o sentada, con toda comodidad mientras ves televisión o caminas por el parque.
Y aunque es especialmente recomendado para las embarazadas, este tipo de ejercicio nos benefician a todas a corto y largo plazo, pues la incontinencia urinaria causada por la edad también podría evitarse. Para terminar, pero no menos importante, estos ejercicios también te ayudarán a mejorar tu vida sexual, ya que el nuevo "tono muscular" otorga mayor sensibilidad para ti y tu pareja. ¿Hace falta decir más para que comiences a practicarlos hoy mismo?
Aquí compartimos contigo este vídeo donde la experta Sandra Alejo nos da algunas recomendaciones prácticas para hacer nuestros ejercicios
Embedded content: http://youtu.be/QdVRWugBJTI
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