Espejito, espejito: ¿verdad que mi hija es la más bonita?

La palabra belleza significa mucho para todas las mujeres; especialmente para las niñas.  Ahora bien, algo que no podemos negar es que actualmente las niñas están teniendo una percepción un tanto distorsionada de lo que es la belleza.  Desafortunadamente, a través de los medios de comunicación; la televisión, las revistas, y hasta en las redes sociales, las niñas reciben un mensaje equivocado de qué es la belleza "ideal."

Es decir, todos hemos pasado por esta situación; vas al supermercado y mientras esperas en línea para pagar te entretienes viendo las revistas de moda.  Ves  a éstas modelos en la portada luciendo bellas por supuesto; un cabello espectacular, un maquillaje divino, un cuerpo envidiable. En fin, una persona que en la mayoría de los casos no es REAL. Todos sabemos que a través de la magia de la tecnología las fotografías se retocan tanto que terminan mostrando una persona con una apariencia diferente.

Aunque muchas niñas están conscientes de estos trucos del lente fotográfico; todavía perciben esa portada de la revista como una imagen de "belleza ideal."  Esta percepción distorsionada de la belleza afecta la autoestima de las adolescentes. 

La autoestima es la percepción evaluativa de uno mismo; es un conjunto de percepciones, pensamientos, sentimientos y evaluaciones hacia nuestra persona; es decir, es lo que pensamos de nosotros mismos.  La autoestima es tan importante que es como el motor de nuestro cuerpo;  afecta nuestra manera de pensar y de actuar. 

Como madres tenemos la responsabilidad de siempre darles las herramientas necesarias a nuestros hijos para que triunfen en la vida; ayudarlos a que tengan una buena percepción de ellos mismos no es la excepción.  Asegurarnos de que nuestros hijos tengan una autoestima saludable es tan importante como asegurarnos que tengan una buena educación. 

No me malinterpreten, a todas nos gusta vernos bien y arreglarnos; de lo que hablo es ayudar a nuestras hijas (en este caso) a entender que para ser bellas no se tiene que tener una apariencia física especifica.  Ayudemos a nuestras niñas a sentirse a gusto con su apariencia física; y a entender que la belleza va mas allá de cómo lucimos.  Después de todo, la realidad del asunto es que cuando uno se siente bien consigo mismo, es capaz de irradiar y expresar su verdadera belleza.  

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