Síndrome de la mamá agotada y 4 enfermedades que pueden tener la culpa de tus pesares

Hace algunos años la revista británica "Mom & Baby" realizó una encuesta con mujeres de todo el mundo. Se trataba de madres primerizas mayores de 30 años y con hijos de menos de 20 meses. El 56% de las participantes dijo sentirse "desesperadas" y un 70% admitió que la fatiga estaba interfiriendo con su vida diaria.

No tienes que leerlo en las noticias para saber que es verdad. Ser madre es una tarea agotadora. Los estudios afirman que los dos primeros años son los más difíciles pero más de una mamá te diría que el trabajo nunca acaba, sólo te acostumbras.  

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La maternidad moderna es una especie de obra de teatro con poco presupuesto. Es decir, a la mujer le toca jugar varios papeles al mismo tiempo y sin derecho a equivocarse en la ejecución. En la búsqueda de ese equilibrio entre casa, trabajo, relación de pareja, suegros, amigos y comunidad lo que primero se pierde es la capacidad de mirarnos al espejo y admitir que estamos cansadas.

Los médicos alertan que las nuevas madres  suelen pasar por alto síntomas de enfermedades creyendo que se trata de algo normal. Y si bien el cansancio es la consecuencia lógica de tan frenética actividad, no está de más hablar regularmente con tu médico para descartar que esa imposibilidad de levantar la cabeza de la cama no sea culpa de esto:

Hipertiroidismo: La glándula tiroidea regula la velocidad del metabolismo en el cuerpo y su descontrol altera todos los procesos del cuerpo.  La fatiga es uno de sus principales síntomas.

Problemas del corazón: La fatiga puede estar relacionada a algunas enfermedades cardiovasculares. Generalmente es acompañado por dificultad para respirar, indigestión y dolor en el brazo.

Anemia:  La hemoglobina es la molécula que transporta oxigeno de los glóbulos rojos hacia los tejidos. Cuando está baja,  la gente suele sufrir fatiga extrema, pulso acelerado y dificultad respiratoria.

Hepatitis: Se trata de una inflamación del hígado causada por un virus que infecta la sangre.  La más peligrosa es la Hepatitis C, aunque todas presentan la fatiga como uno de los síntomas mas evidentes.

En un mundo ideal todas las mamás tendríamos ayuda física y psicológica cuando la necesitáramos, pero la realidad es que muchas madres dejan aguantan tanto sin buscar ayuda que las consecuencias muchas veces pueden ser graves. Recuerda que la única manera de cuidar de tus hijos y tu familia es si primero cuidas de ti misma.

Imagen vía Corbis Images