Aunque la palabra madre, tiene una connotación bastante tierna, hay mujeres que parecen no llevar en sus genes el instinto maternal. Lo digo por Danielle Nicole Barron, una mujer de 32 años que acaba de ser arrestada por un policía encubierto, después de que éste descubriera que la mujer se prostituía en su casa y abusaba del consumo de drogas mientras su hijo estaba dentro. En serio, no puedo entender cómo es que ésta mujer podía tener relaciones sexuales con un extraño, enfrente de su nene.
En verdad, se necesitaría ser muy poco escrupuloso, para hacer algo como esto. Pero al parecer, Barron tenía un motivo que iba más allá de la razón: era adicta al dinero. Al menos, eso fue lo que confesó a las autoridades tras su arresto. Y aunque no la critico por su supuesta adicción, pues al final de cuentas, estamos hablando de una persona enferma, sí creo que pudo haber buscado ayuda desde que se dio cuenta de que tenía ese problema.
Según un informe del DailyMail, Barron se comenzó a prostituir, desde hace dos años, pero no fue, sino hasta que la policía recibió una queja de que la joven había convertido su casa en un burdel y estaba abusando del consumo de drogas; cuando las autoridades decidieron investigar su caso detenidamente.
Para corroborar sus sospechas, un policía encubierto se hizo pasar por un cliente y al llamar a su número de teléfono –que estaba publicado en un anuncio– escuchó de fondo a un niño llorar. Luego concertó una cita con ella y cuando el detective llegó a su casa y ésta le pidió 200 dólares por sus servicios, fue arrestada bajo los cargos de negligencia infantil y prostitución.
Lo más triste de todo, es que tras el arresto de su madre, el pequeñito se ha quedado bajo los cuidados del Servicio de Protección de Menores y lo más seguro, es que crezca sin una madre. Me parte el corazón, el sólo hecho de imaginármelo, preguntando por ella. Pero no cabe duda, que en este lugar estará mucho mejor, que al lado de su egoísta madre.
Imagen vía Brandenton Police Department
