Todas las noches acuesto a mi hija Vanessa, de 6 años de edad, diciéndole que la amo y deseándole que sueñe con los angelitos. Horas después de acostarla, entro otra vez a su cuarto para asegurarme que todo esté bien, que esté tapada si hace frío o que no tenga mucho calor–tal como lo hacen millones de madres todas las noches. Es por esto que me partió el alma la historia de Adrianna Harmon, una niñita de la misma edad que mi hija, que se despertó en medio de la noche al darse cuenta que su propia madre la estaba acuchillando.
"Mami me trató de matar", le dijo la aterrada criatura a la policía después del ataque brutal en manos de su madre que si bien no la mató, la dejó con heridas que han puesto en riesgo su vida.
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¿Te puedes imaginar el terror que debe haber sentido ese pequeño angelito al darse cuenta que era su mamá quien la estaba clavando con un cuchillo de cocina una y otra vez? Es obvio que la mamá de Adrianna, Tasha D. Harmon, se tiene que haber vuelto loca para hacerle eso a su hija. Y es que, al parecer, después de acuchillar a la niña en el pecho y la espalda perforándole un pulmón, Tasha comenzó a acuchillarse a sí misma.
Después parecer haber tenido un momento de lucidez ya que fue a la casa del vecino de al lado a decirle lo que había hecho. Adrianna y su madre fueron llevadas al hospital donde la niña se recupera de sus heridas. Tasha fue dada de alta y llevada a la cárcel y ahora enfrenta cargos de intento de homicidio. Según la policía, ya tenía un récord delictivo.
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Por suerte, la niña va a estar bien. Pero eso es sólo físicamente porque emocionalmente, ¿cómo hace una criatura para quitarse de la mente la terrorífica experiencia que sobrevivió?
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Imagen vía Dane County Jail
