Cómo me cuesta trabajo aguantar los berrinches de mi hija adorada.De verdad que cada vez que "arranca" uno de estos, siento como si me estuviesen taladrando las orejas.__ Esos sollozos gritones y falsos, son peores que hacerme una endodoncia – y si alguna de ustedes se ha hecho alguna – podrá entender a lo que me refiero.
El caso es que sus llantos exagerados, son para mí un suplicio. Y no los sé manejar. Pero estoy haciendo hasta lo imposible por aprender.
Se ha escrito demasiado acerca de la frustración de los niños, libros, blogs, foros, todo mundo nos da consejos, nos dice a qué se debe, nos explican su papel en el desarrollo emocional del niño, cómo tratarlos y demás, pero pocas veces se habla de cómo nos afectan a nosotros (los padres) los berrinches de los hijos.
Y es que esas expresiones emocionales tan intensas – mismas que "se supone" tenemos que acoger serenamente — pueden llegar a despiertar el monstruo que llevamos dentro (bueno por lo menos el mío).
Y lo siento en el alma, pero a veces nos hace falta escuchar unas palabras de aliento o al menos un "yo sé lo que se siente", de parte de otras madres.
La rabieta o berrinche es la expresión final de una frustración que no encuentra otra salida más satisfactoria. Y uno de los de papeles fundamentales de los padres, entre muchos otros, es proporcionarles herramientas a los hijos, para que aprendan a manejar sus emociones, entre ellas, la frustración.
Alguna vez leí algo que escribió alguien sobre los berrinches y me dejó pensando, "Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite".
Antes me ponía muy mal cuando mi hija lloraba por tonterías. Ella gritaba, yo gritaba de vuelta, luego mi esposo me gritaba a mí, Diego se unía al griterío y en medio de ese carnaval, no sé como no nos corrieron del edificio.
Pero después decidí cambiar la técnica.
Todas sabemos que el objetivo principal de la mayoría de los berrinches es llamar la atención, y esto lo consiguen los hijos, no sólo cuando les damos lo que piden, sino también cuando los regañamos o intentamos razonar con ellos. Y ¡no hay forma de razonar en medio de un arranque emocional!
Yo que soy una madre "amateur" recomiendo hacer 3 cosas
Apartarse y apartarla. Yo no puedo ignorar esos llantos, no puedo hacerme la sorda, pero me resulta imposible y por eso me debo meter a un baño si es necesario, pues esa distancia me ayuda a respirar y recuperar mi paciencia. A ella le digo que se tiene que quedar en su cuarto hasta que se le pase el berrinche y entonces podremos hablar.
Soltar el tema: Una vez que se le pasa la rabieta y decide venir a darme un abrazo como si nada, pues dejo morir el tema. Además así ella entiende que sin llantos y por las buenas, si nos podemos entender.
No olvidar que son grandes actores. A veces mi marido se pone con el "pobrecita" y yo me enojo, pues no es que mi niña no me conmueva, pero como padres debemos entender que esos llantos exagerados, son una herramienta más que los niños utilizan para conseguir lo que quieren.
Con estas 3 cosas estratégicas la voy llevando. Aunque, hay ocasiones en las que caigo en la trampa de desesperarme y lo único que hago es alargar el drama.
Pero sigo en el intento de ignorar y contar hasta 2976 o lo que sea que dure la telenovelita.
¿Y ustedes como manejan los berrinches de sus hijos?
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