¿Te imaginas estar en medio de un divorcio e ir a llevarle a tus hijos a su padre para que pasen una semana con él y no volver a verlos más? Eso fue lo que le pasó a la mexicana Claudia Rodríguez Vega en diciembre del año pasado cuando llevó a sus pequeños hijos de 5 y 6 años para que estuvieran con su padre Luis Octavio. Pero, al parecer, él no tenía ningunas intenciones de quedarse en México y, como es ciudadano estadounidense, se fugó con sus hijos a Sacramento, California.
Desde ese entonces, Claudia no ha podido ver a sus hijos porque no cuenta con los documentos migratorios requeridos. Mientras tanto, no hay mucho que pueda hacer desde México para conseguir que su ex marido le devuelva a sus criaturas.
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Según las estadísticas del Departamento de Estado, unos 361 niños entraron a Estados Unidos en el 2011 traídos por uno de sus padres de manera ilegal, es decir, sin permiso del otro padre. En esencia, fueron raptados. Pero los abogados dicen que los números son mucho más altos ya que la mayoría de los casos no son reportados y estiman que más bien se trata de miles de niños que son traídos a este país sin el consentimiento de ambos padres todos los años.
Enterarme de la historia de Claudia me rompió el alma. No me quiero ni imaginar por lo que ha estado pasando los últimos seis meses y la impotencia que debe sentir al no poder hacer nada.
La verdad es que nunca voy a entender porque los padres hacen este tipo de cosas. ¿Acaso no se dan cuenta el daño que le hace a sus hijos? ¿Qué será de esas pobres criaturas lejos de su madre? Entiendo que están con su papá y con sus abuelos paternos, pero estoy segura que les hace una falta terrible su madre porque tengo una hija de la misma edad y cada vez que me voy de viaje, aunque sea por un par de días, sufre mucho. Y eso que ella sabe perfectamente bien que voy a regresar.
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Ojalá Claudia pueda resolver su problema, pero tristemente menos del 10 por ciento de este tipo de casos terminar con un final feliz.
¿Qué harías si te pasara esto a tí? Comparte tu opinión dejándonos un comentario.
Imagen vía Thinkstock
