Muchos niños, incluyendo el mio, juegan con muñecas y a mi me tiene sin cuidado porque realmente no le veo nada de malo. Pero, ¿qué pasaría si además de jugar con muñecas, tu hijo quiere vestirse como niña y le gustan todas las cosas que por general se consideran más de mujeres que de hombres? Y, ¿qué pasaría si un día tu hijo te dice que siente que nació en el cuerpo equivocado?
Sinceramente, yo no sé que haría. Creo que me preocuparía mucho por su bienestar emocional y físico, ya que aunque vivimos en una sociedad un poco más abierta que en el pasado, lo cierto es que la discriminación hacia la gente trasgenero continúa.
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Además, se me haría muy difícil determinar si por lo que está pasando mi hijo es una etapa o si realmente presenta el Trastorno de Identidad de Género (o GID, por sus siglas en inglés). Es decir, ¿debería ignorar lo que dice o siente para ver si es algo pasajero? O, ¿debería apoyar y fomentar sus actitudes transgénero, ayudándolo a que se convierta en la persona que realmente quiere ser, aún cuando esto signifique permitirle que se someta a tratamientos para cambiar de sexo?
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¡Qué difícil! La verdad, espero que nunca me toque porque no sabría como actuar. Es seguramente por eso que la Fuerza Especial de la Asociación Americana de Psiquiatría ha comenzado a discutir el desarrollo de lineamientos para darle tratamiento a las personas que presentan GID. Lo que más le preocupa a los expertos es cómo lidiar con los niños, ya que no todos los tratamientos funcionan igual para todas las personas transgénero.
Y tú, ¿dejarías que tu hijo se cambiara de sexo?
Imagen vía mikebaird/flickr
