Útimamente se han difundido una serie de vídeos, donde los padres están disciplinando a sus hijos violentamente. Inclusive, se hizo viral a través de las redes sociales, el vídeo de un padre que le dio unas nalgadas al novio de su hija. Sin embargo, el que no sale de mi mente, a pesar de que sucedió hace varios días es el del padrastro que golpeó a su hijastro en el patio de su casa. En el vídeo se ve cómo el hombre –quien además tenía un cargo público como oficial elegido – amedrentó al niño, en medio de una práctica de béisbol.
Después de volverse viral, se volvió tema de discusión en una variedad de programas noticiosos y de opinión publica. Un pastor golpeando y sofocando a su hija de 15 años también se ha vuelto tema de debate y discusión. Así que en estos días se ha puesto sobre el tapete público el tema de golpear o no a los hijos.
Culturalmente, cuando hablamos de golpear a los hijos, las reacciones van de un extremo al otro. Para muchos latinoamericanos una golpiza con un cinturón o una "buena nalgada" es parte de nuestra forma de disciplinar. Pero debemos reconocer que el ser humano está en crecimiento constante y también hay mucho que hemos aprendido sobre el desarrollo de los niños y el impacto que tienen las experiencias buenas o malas que tengan en su vida.
Celebramos recientemente el Día del Padre, y no cabe duda de que la mayoría de nosotros el mejor regalo que queremos darnos a nosotros mismos es querer ser padres responsables y dar lo mejor de nosotros mismo a nuestros hijos. Pero tenemos que auto examinarnos sobre el tema de la disciplina y hacernos la pregunta si debemos "golpear o no golpear" a nuestros muchachos; o sea,¿cuál es nuestra opinión y nuestro plan de acción en cuanto al castigo corporal? Esta pregunta es muy importante.
La mayoría de los psicólogos y expertos en estos temas, nos afirman que el castigo corporal no es bueno y no produce lo que los padres piensan que pudiera producir. Yo estoy de acuerdo. Una de las figuras más destacadas en este tema es el Dr. Peter Newell, quien coordina la organización End Punishment of Children (EPOCH) – Terminar el Castigo de Niños. El afirma que "todas las personas tienen el derecho a la protección de su integridad física, y los niños también son personas". Entiendo que su posición parece extrema, pero con el índice tan alto de abuso infantil en nuestra sociedad, es bueno que los padres estén conscientes del hecho que muchas de las cosas que sus padres hacían para disciplinarlos son actos "ilegales" en muchos estados y países del mundo.
Mis sugerencias:
- Nunca disciplinar a sus hijos en medio de un enojo.
- Enseñarle a los hijos con palabras sabias y disciplina positiva – sin gritos, ni golpes-. Es más difícil, pero vale la pena a largo plazo y da más seguridad y buen ejemplo a los hijos.
- Aprender a dialogar con los hijos sobre los problemas que ocurren cuando ellos no obedecen a sus padres. La obediencia se debe exigir y los hijos la van a practicar mas a menudo con una enseñanza libre de violencia.
No olvidemos que: el hogar es el lugar donde se aprende todo lo bueno, y a veces, también lo malo. No podemos educar a los hijos con violencia y esperar que después no sean seres violentos.
¿Crees que el castigo efectivo es efectivo?
Image via YouTube