Qué tristeza que hoy en día, las escuelas, ya no sean lugares seguros para nuestros niños. Y es que, en la actualidad, ya no es raro escuchar que hubo un tiroteo en un colegio, que un grupo de niños acosó y golpeó a otro, o que incluso, las peleas escolares, están siendo grabadas en los celulares, para ser compartidas en las redes sociales. Y ante todo este desequilibrio, yo me pregunto ¿hasta cuándo seguiremos permitiendo que esto suceda? Eso fue lo que pensé, después de que me enteré del caso de un niño de tan sólo 8 años, que atacó durante el recreo a un compañerito de 9, con una cuchilla, en una escuela de El Bronx, provocándole cortaduras en el cuello y la espalda, como informó EL Diario.
El hecho me parece increíble, no sólo porque tuvo lugar en una escuela –un sitio que supuestamente, debería garantizar el bienestar físico y emocional de los alumnos– sino porque son muy pocos los años con los que cuenta el agresor. Me pregunto ¿de dónde sacarán estos niños tan pequeños la idea de llevar un arma punzocortante a la escuela y agredir tan violentamente a otro compañero durante una discusión? ¿Qué ya nadie se tomará el tiempo de enseñarle a los infantes que las cosas se arreglan hablando y no por medio de la violencia? Tristemente, puede que muchos niños violentos, solo estén repitiendo los patrones que viven en su casa y puede que muchos otros, estén adquiriendo estos hábitos, de lo que ven en la televisión o incluso en las calles al rodearse de personas que no son una buena influencia para ellos.
Por eso creo, que de nosotros depende, reformar la sociedad que les estamos heredando a estos niños. Ante este preocupante aumento de violencia, el propósito de muchos padres debería ser estar muy al pendiente de la conducta de sus niños y tomar como señal de alerta, cualquier tipo de actitud violenta por parte de sus hijos. Nunca me cansaré de decir, que la comunicación con los pequeños, hoy más que nunca, es fundamental para que éstos no se sientan desorientados durante su desarrollo y crezcan con una actitud de respeto hacia sí mismos y hacia los demás.
En verdad, ojalá que todos comencemos a hacer conciencia sobre esto, para que las escuelas y el ambiente en el que se desenvuelven nuestros niños, vuelva a ser un lugar seguro para ellos.
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Image via JonathanCohen/flickr