Todos cometemos errores. Algunos más graves que otros–especialmente cuando estamos jóvenes y no tenemos la experiencia de nuestro lado. Pero para muchos adolescentes estos errores podrían quedarse en su récord para el resto de sus vidas. Es por eso que la idea de un Tribunal de Adolescentes en el cual los muchachos son juzgados por sus propios compañeros me parece una excelente idea.
Actualmente, existen más de mil tribunales de adolescentes en todo el país y aunque sus funcionamientos varían, al final el propósito es el mismo: darle una segunda oportunidad a un adolescente que decidió no pensar antes de actuar.
En el Tribunal de Adolescentes de una escuela en Los Ángeles, los acusados tienen que tener entre 12 y 17 años, haber sido acusados de delitos por primera vez y sus infracciones no pueden ser graves ni violentas. Es decir, el tribunal sólo escucha los casos de jóvenes cuyas infracciones son menores como, hurto menor, vandalismo o agresión menor. Un ejemplo de esto sería empujar o meterse en una pelea durante el horario escolar.
Aunque nunca me metí en ese tipo problemas cuando era joven, conocí a uno que otro muchacho que se hubiese beneficiado de esta alternativa al sistema judicial. Como dije anteriormente, todos cometemos errores y, la verdad, todos nos merecemos la oportunidad de aprender de nuestros errores.
Lo que más me gusta de este tipo de programas es que todos los involucrados salen ganando. Los jóvenes que participan como parte del jurado y el resto del personal de la corte (excepto el juez), tienen la oportunidad de aprender cómo funciona el proceso legal. Y aquellos que han sido acusados, reciben una segunda oportunidad y sus castigos, por lo general, incluyen servicio comunitario.
Se me hace que muchos jóvenes alrededor del país se beneficiarían de un tribunal de adolescentes y muy posiblemente su primer delito sería su último.
¿Qué te parece esta alternativa al sistema judicial para los adolescentes? Comparte tu opinión dejándonos un mensaje.
Image via Thinkstock
