Apoyarlos en sus sueños para el futuro es crítico e importante

Estoy segura que todas las madres queremos que nuestros hijos sean lo mejor que puedan ser en la vida y que tengan mejores oportunidades que las que tuvimos nosotras en nuestra niñez. Pero, ¿cómo sabemos que nuestros deseos no sobrepasan los deseos de nuestros hijos? 

Siempre me he considerado una mamá de mente abierta por naturaleza; sin embargo, para mi sorpresa cuando se hablaba de la educación siento que no lo era. Mi esposo y yo hemos estudiado por muchos años y con mucho sacrificio para ser lo que somos y hacer lo que hacemos hoy en día. Sin darnos cuenta, descubrimos que inconscientemente tenemos expectativas para nuestros hijos. Es decir, sin hablarlo mi expectativa de mis hijos es que hagan lo mismo o hasta más de lo que hemos hecho nosotros: quizás que vayan a la universidad que fuimos nosotros, terminen por lo menos una maestría y si pueden lograr recibir un doctorado mucho mejor. 

Para el "Career Day" en la escuela, Andrea ha tenido que hacer proyectos de lo que quiere ser cuando sea grande. Por dos años consecutivos Andrea ha escogido ser una Chef Profesional. Estoy segura que de pronto en algunas generaciones atrás esto no hubiera sido visto con buenos ojos. En el pasado los niños simplemente se enfocaban en lo que los padres escogían para ellos. Por ejemplo, el niño terminaba siendo doctor o abogado porque sus padres así lo querían. Y en la mayoría de los casos los "niños" no encuentran la felicidad que se merecen porque hicieron algo por complacer a sus padres. 

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Sin embargo, hoy en día es diferente. Los niños tienen acceso a mucha información, están expuestos a muchas más cosas y como resultado tienen más opciones. Una cosa les puedo asegurar: independientemente de la profesión que nuestros hijos decidan ejercer cuando crezcan, la manera en que manejamos sus decisiones es crucial para nuestra relación como madres. Como madres es nuestro deber exponer, descubrir, respetar y apoyar en todo a nuestros hijos. 

No sabes la felicidad que me da cuando escucho a Andrea decirme "mami, cuando vayas a mi restaurante te voy a cocinar lo que quieras para que te relajes; y de postre te voy hacer cupcakes con nutella como a ti te gustan." O cuando le veo sus ojitos brillar cada vez que le pido que me ayude en la cocina. Definitivamente, lo que siento no se puede describir. Independientemente de que Andrea llegue o no hacer una chef profesional, sabrá que siempre tuvo mi apoyo.

Después de todo, la felicidad está en el gozo que una persona siente al hacer algo que le apasiona día a día.  Como madre eso es lo que realmente uno desea, que nuestros hijos escojan una carrera que les apasione y que les ayude a encontrar su ¡¡¡FELICIDAD!!!   

¿Cómo le expresas tú tu apoyo a tus hijos con respecto a sus sueños para lo que quieren ser cuando crezcan?