Antes de dar a luz, yo sabía con plena seguridad que quería quedarme en casa con mi hija cuando ella naciera. Se me hacía realmente triste la idea de dejarla en una guardería o al cuidado de alguna otra persona cuando todavía estaba tan chiquitita. Por suerte, pude hacerlo por los primeros dos años y medio de su vida. Aún así, nunca fui exclusivamente mamá en casa. Es decir, además de encargarme de mi hija a tiempo completo, siempre hice algo más. Y estoy convencida que fue por eso que no me volví loca.
Pues resulta que según una encuesta de Gallup, l__as mamás que se quedan en casa con sus hijos pequeños son más propensas a sentir tristeza y enojo__ que las mamás que trabajan fuera de casa.
Es más, las mamás que se quedan en casa también suelen reportar que han sido diagnosticadas con depresión más que las mamás que trabajan fuera de casa. Y es que, el trabajo de mamá en casa es, indudablemente, el más difícil del mundo, así que no me sorprende.
Como dije anteriormente, la única razón por la que yo sobreviví el quedarme en casa fue porque siempre hice algo más además de ser mamá. De verdad que admiro a esas mamás que se dedican exclusivamente a criar a sus hijos porque realmente no entiendo cómo lo hacen. Es algo absolutamente impresionante.
Pero tengo que admitir que me da pena que tantas mamás que se quedan en casa se sientan deprimidas o tristes, tal y como lo dice la encuesta. No soy experta en nada, pero lo que sí sé es que para mi siempre ha sido importantísimo que además de cumplir con mi rol de mamá también debo cumplir con el rol de ser Roxana A. Soto. Y estoy convencida que eso fue lo que me salvó cuando me quedé en casa con mi hija.
¿Qué opinas tú de esta encuesta? Comparte tu opinión dejándonos un comentario.
Imagen vía Joe Scholabotnik/flickr
