¿Le devolverías a ésta madre guatemalteca a la niña que le secuestraron o la dejarías con los padres adoptivos?

Cuando leí la historia de Anyeli Hernández Rodríguez, me quedó tan mal sabor que no he parado de pensar en esto toda la tarde. Esta pequeña guatemalteca fue secuestrada el 3 de noviembre del 2006, cuando tan solo tenía dos años de edad, mientras su madre se descuidó al abrir la puerta de su casa en una población llamada San Miguel Petapa.

La madre no ha descansado desde entonces hasta  dar con el paradero de su niña, a quien vio por última vez hace cinco años, cuando era montada a la fuerza en un taxi que se perdió ante la mirada impotente y desgarrada de la madre, quien transformó todo ese dolor en una capacidad investigativa comparable al FBI, hasta que consiguió y probó que su pequeña  fue dada en adopción a Timothy y Jennifer Monahan, una pareja estadounidense que vive en Missouri.

Loyda Rodríguez, madre de la niña –quien hoy se llama de manera diferente- tiene todas las pruebas de que la niña adoptada por los estadounidenses es su hija  y ahora viene a luchar para que una corte de Estados Unidos la ayude a recuperarla.

La pareja , que al parecer desconocía que la niña que con tanto amor pidieron en adopción, llegó hasta ellos de forma fraudulenta y dejando atrás a una familia destrozada por su desaparición.

Me gustaría que esta historia fuera el argumento de una película. Es más, te digo que veo encarnando a los padres estadounidenses a J__odie Foste__r y Richard Gere y, que en el papel de la madre guatemalteca me gustaría ver a Michelle Rodríguez o a Salma Hayek y como la abuelita latina que sufre todo el drama junto a su hija, nadie mejor que Adriana Barraza. Esta es una historia perfecta para haber sido escrita por Guillermo Arriaga o Arturo Pérez Reverte, pero eso es una fantasía de buen cine o de un libro que te mantenga los sentidos en vilo. Desafortunadamente es verdad.

Esta historia es real y seguro que no es única. Sin conocer los detalles que la envuelven, siento que estamos ante unas macabras circunstancias que le jugaron una mala pasada a todos: la madre biológica, los padres adoptivos y sobre todo a la niña. ¿Qué va a pasar con esta pequeña?  Si se la devuelven a la madre biológica, me pregunto si acaso tendrá memoria de su regazo, del que fue arrancada a los dos años. ¿Sentrirá que la están secuestrando de nuevo? Y por otro lado ¿por qué no habrían de devolversela a la madre? Ella no tuvo la culpa de que una mano desalmada la arrancara de su lado. Tiene todo el derecho de llamarla por su nombre, de verla crecer y de pasar junto a ella todas las penas y alegrías que pasamos los padres junto a la crianza.

Ahora para quien no tengo rostro cinematográfico, porque tampoco lo tengo en la vida real es para la cruel secuestradora. No hay castigo suficiente para quienes trafican, manipulan y son capaces de cometer crímenes tan atroces como éste.

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¿Que harías tú? ¿Con quién crees que debe quedarse esta pequeña con la madre bilógica o con los padres adoptivos? Por favor déjanos tus comentarios.

Imagen vía psyberartist/Flickr