
Si ya para una madre debe ser una terrible angustia el solo hecho de pensar que a su hijo le pudiera pasar algo tan irremediable como la muerte. No puedo ni imaginarme lo difícil que debe ser verlo al borde de la muerte, no una vez, sino varias veces. ¡Debe ser toda una pesadilla y un mal que no se le podría desear a ninguna madre! Pero desafortunadamente, casos como estos ocurren en la vida real. Y eso es precisamente, contra lo que tiene que luchar todos los días Jolaine Clark, una mamá cuyo hijo de 3 años, sufre de una cardiopatía que lo ha llevado al borde la muerte hasta cinco veces en un año.
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Aunque te resulte difícil de creer, esta valiente mamá, ha tenido que ver más allá y hacer a un lado su angustia para ayudarle a su hijo a luchar por su vida. Y hasta ha tenido que aprender a resucitarlo con un desfibrilador portátil del que ya no se separa, informó el Daily Mail.
Y es que para este pequeñito, cada minuto que está en este mundo ya es un milagro de vida, pues al sufrir del "Síndrome de Muerte Súbita", el corazón se le puede parar en cualquier momento. Cuenta Jolaine, que la primera vez que se le detuvo el corazón ocurrió mientras el pequeño estaba viendo la televisión, hace más de un año, y que a partir de entonces, ha tenido cinco paros cardiacos.
Lo más triste de esta historia, es que aunque los doctores le pidieron que su pequeño Aaron no hiciera actividades que representaran un gran esfuerzo para él, ella dice que no le puede negar a su pequeño no correr y no llevar una vida normal. Y la verdad, es que la entiendo, pues aunque estar vivo, es lo que quiere esta madre para su pequeño; por otra parte ¡¿qué ilusión por la vida puede tener un niño que ni siquiera puede correr ni jugar como los demás?!
¡No cabe duda que nadie desearía algo similar para su niño! Y creo que con este tipo de historias, uno aprende a valorar más lo que tiene a su alrededor y a celebrar el gran milagro que representa la vida misma.
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Imagen via diekatrin/flickr