¿Trabalenguas o hablando en español con nuestros hijos?

Santiago, mi hijo de dos años, ya está en la famosa aventura del potty training.  Ya no le gusta sentir su pañal mojado y peor aún, se lo quita tan pronto le molesta.  La otra mañana, tan pronto lo saqué de la cuna se quitó el pañal y se da cuenta que el inodoro no estaba en el lugar de siempre.  Le vi la intención y la necesidad de sentarse…

Enseguida llamé a Andrea y digo "princesa, por favor búscame el inodoro de Santiago debajo de la cama."   Para hacer  acortar la historia larga, me demoré tanto explicando en español lo que un inodoro era, que diez segundos más tarde estaba limpiando y trapeando el piso.

Sé que en muchas ocasiones mis conversaciones con Andrea parecieran un segmento de la película Lost in Translation pero es totalmente necesario.  Aquí menciono algunas de las técnicas que me ayudan a hacer que nuestros niños utilicen y desarrollen nuestro idioma. 

Repetición: El cerebro de un niño es como una esponjita.  Le repito el nombre de un objeto en español varias veces para que lo registre y le pido que repita la palabra después de mí.

Traducción: Cuando nombra un objeto en inglés, le dejo saber que ese nombre es correcto en inglés y repito el nombre en español.  Por ejemplo, si Santiago dice "water," digo "sí, en inglés es… water y en español es… agua."   De esta manera entenderá que cada objeto tiene dos nombres y, los dos son correctos.

Sabotaje:  Elimino objetos o productos de uso diario que usualmente están al alcance.  Como resultado los obligo, de cierta manera, a que me lo pidan.  Por ejemplo, a la hora de cenar no le sirvo su cuchara, como resultado tendrá que pedirla: "spoon" y yo digo "cuchara."

Idioma al alcance: Hago que el español sea parte de la rutina y accesible en todo momento.  Es decir, el libro para leer antes de dormir, las canciones que se escuchan en el carro de camino a la escuela, programas de la televisión educativa, y hasta juegos educativos de computadoras.

Play dates: Planifico días de juegos con otros niños que hablan español.  De esta manera se ven obligados a comunicarse en español y a buscar maneras para dejarse entender.

"Juego al adivinador": Escojo un lugar de la casa, pienso en un objeto que se encuentre en ese cuarto y menciono claves para que el nombre del objeto en español sea adivinado. 

 Recuerda, la clave para mantener vivo nuestro idioma en casa es la… ¡diversión!

Imagen vía Flickr