No me gusta tener que admitirlo, pero la verdad es que nunca me han gustado los deportes. De niña, odiaba cada vez que me tocaba clase de educación física, especialmente cuando tenía que hacer cosas como salto largo, salto alto, taburete, vallas, etc. Eso no quiere decir que fuese una niña inactiva. Al contrario, jamás olvidaré las horas de horas que me pasé montando bici con mi hermano menor y mi prima hermana, patinando con mi hermana mayor o nadando como pato en el mar o en la piscina.
Por suerte, nunca he tenido problemas de peso ni de salud porque, aunque realmente me siguen sin gustar los deportes, trato de mantenerme activa–algo imposible de evitar cuando tienes hijos pequeños–y como bastante bien.
Mi esposo, a diferencia mía, siempre amó los deportes. De adolescente, fue un gran tenista en su natal Puerto Rico y desde que lo conozco, el pobre se ha roto más de un hueso, gracias a sus locas hazañas deportistas, incluyendo mountain biking. El punto es que él cree que a los niños hay que involucrarnos en deportes desde que están bien chiquitos. Ya me ha dicho que quiere que nuestra hija de 5 1/2 años practique softball porque supuestamente tiene "buen brazo". Yo no estoy tan segura. Se me hace que todavía está muy chiquita y además me da un poco de miedo que le peguen con la pelota.
No sé, tal vez estoy equivocada pero hasta que crezca un poquito más, creo que hay un montón de maneras en las que podemos asegurarnos que nuestra hija se mantenga activa. Y lo mejor de todo es que son cosas que realmente ama de todo corazón: montar bici, patinar, bailar, saltar, correr y nadar, entre otras.
¿Cómo haces tú para asegurarte que tus hijos se mantengan activos?
Imagen vía Edwin Martinez1/flickr