Lo juro, así con la mano derecha alzada y si quieren hasta con la Constitución de Estados Unidos o Venezuela en la otra mano, pienso que soy una persona mentalmente sana. Claro, como todo el mundo tendré mis momentos de locura, pero en líneas generales creo que no soy una psicópata, ni un peligro suelto para la sociedad, pero hay días, hay noticias que desatan al Dr Jekyll que llevo dentro. Hay informaciones que me hacen enrojecer y, miren que los morenos no nos ponemos “coloraos”.
El caso del depravado Mark Berndt me tiene asqueada y muy preocupada. Para los que no saben, éste ocioso era un maestro de la escuela angelina llamada Miramonte, quien ha sido acusado de cometer actos lascivos con sus alumnos.
Según han reportado numerosos medios de comunicación, el docente de 61 años, inventaba “juegos de adivinanzas” con los pequeños, a quienes vendaba los ojos para que acertaran en sus retorcidos juegos.
¿Cuál era el premio que recibían los pequeños? Una cucharada con semen del descarado éste o una galleta con sustancia seminal. ¿Vomitaron? Yo estoy a punto. Sí, perdónenme. ¡Sorry!, que lo tome tan personal, pero es que al igual que ustedes soy madre y tan solo de imaginarme lo que deben estar viviendo las familias de los 23 niños que hasta ahora se ha comprobado que fueron víctimas de este dizque docente se me revuelve el estómago y se me arruga el corazón.
No quiero ahondar en los detalles de la noticia porque es abominable. Hasta ahora se suman más de veinte cargos en su contra y se le ha impuesto una fianza de23 millones de dólares. Según declar__ó Ana María López,__ fiscal de la Procuraduría de Distrito a AOL Latino, “No hay ninguna posibilidad de que pueda salir libre bajo fianza, debido a las circunstancias especiales del caso".
Según las autoridades, Berndt decía a los niños que participarían en un juego. Una vez que estaban dentro del aula de tercer grado, en una escuela a la que a__sistían principalmente hispanos__, les vendaba los ojos, los amordazaba y les colocaba cucarachas en la cara.
A pesar de todo el escándalo que se ha generado entorno a este caso el director de la escuela elemental Miramonte de Los Ángeles, ha asegurado que Berndt se limitaba a dar clases y que cumplía con su trabajo, sin que diera muestras de ninguna actividad sospechos. La verdad esto dispara aún más mis alarmas como madre, es decir, que cualquier psicópata puede estar a cargo de le educación formal de nuestros hijos, sin que sospechemos que se trata de un enfermo.
Se los juro que odio el programa de Laura Bozzo, pero en el caso de Mark Berndt, me hubiese gustado que lo llevaran ante la conductora peruana, para que le dijera “que pase el desgragaciado” y, una vez en el escenario, sumarme al grupo de padres para golpearlo.
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La verdad, me preocupa el hecho de no saber quiénes son los docentes que están al frente de las aulas escolares. Hace pocos días una maestra mexicana encerró a un pequeño en un salón de clases porque no había hecho la tarea. Ahora detienen a éste degenerado. Amigas, yo creo que de alguna manera deberíamos empezar a exigirle al sistema escolar que antes de contratar a los docentes, les exijan pruebas de su sanidad mental. ¿No creen?
¿Deberían hacerles pruebas psicológicas a los maestros antes de contratarlos?
Imagen vía ABCnews