Los excesos del gobierno venezolano no sorprenden a nadie. Lo que tiene a mucha gente molesta es el descaro con el que muchos hijos de los poderosos exhiben públicamente los beneficios que obtienen a través de sus padres. Estoy hablando de la jovencita Rosinés Chávez, quien mostró hace unos días una fotografía suya con un abanico de dólares.
La imagen se regó como pólvora e incluso fue difundida en medios internacionales. Quien ve la foto podría pensar, bueno ¿cuál es el escándalo? Pues que en Venezuela existe un llamado control de cambio y la posesión de divisas extranjeras debe ser hecha solamente a través de los canales oficiales.
Tras el revuelo que se armó con la foto de la muchacha, apareció un segundo mensaje en su cuenta de Twitter@RosinesCandanga, en el que podía leerese: “Eso de los dólares es un montaje, La Foto Real que Yo me Tome es Con PESOS CUBANOS!” (sic). Una vez más, así la foto haya sido con pesos cubanos, dólares o euros, la circulación de moneda extranjera en tierra venezolana está controlada legalmente por organismos del estado.
Por cierto a la foto original que le dió la vuelta al mundo desde la cuenta de Twitter de Rosinés, le pusieron encima una foto de un peso cubano… hablando de montajes y contradicciones.
No es la primera vez que esta adolescente de 14 años, se beneficia del cargo de su papá y hace alarde de ello en su cuenta de Twitter. Hace unos meses, una orden presidencial permitió que la chiquilla sostuviera una cita con el cantante canadiense Justin Bieber y ella de inmediato subió la fotografía en su cuenta de la conocida red social, donde también se le ha visto fotografiada con su iPhone, un sofisticado teléfono que debería ser considerado demasiado imperialista por su padre y sus asesores.
Vamos a dejarnos de tonterías, todos sabemos que las restricciones de las que tanto hablan Chávez y sus secuaces, se aplican a los demás. Ellos y sus allegados disfrutan de todos los beneficios y adelantos tecnológicos que el capitalismo ofrece__. El problema no es la adolescente de 14 años, son sus padres.__
Esta jovencita ha vivido en una Venezuela de oropel y abundancia que no se parece al país donde cada fin de semana mueren más de 40 personas a manos del hampa común. Chávez y sus hijos están rodeados de un equipo de seguridad impenetrable. Ellos viven blindados. Esta niña no sabe de las carencias, ni de la falta de alimentos básicos que hay en los supermercados.
Aunque una vez su madre, cuando militaba en la oposición, apareció en los medios de comunicación gritándole a su exesposo y primer mandatario que Rosinés no tenía leche para tomar; es decir, que la niña estababa viviendo lo mismo que el resto de la población.
La responsabilidad de los excesos de esta chiquilla de 14 años, no son su responsabilidad. En su mundo hay iPhone, iPad, dólares y viajes a Disney, entre muchas otras cosas, el problema está en la irresponsabilidad de sus padres, quienes al parecer le están enseñando el abc de la revolución chavista solamente de palabra.
Que me perdonen mis compatriotas venezolanos, pero no hay que crucificar a una adolescente que está haciendo lo que cualquier muchachita de su edad quizás también haría. ¿Qué niña no quisiera fotografiarse con Justin Bieber y tener un iPhone? El problema en este caso no es el qué, sino el cómo, además del contexto en que se han dado las cosas.
Vamos a ver si Mr.Chávez le expropia el teléfono a la hija o le envía una comisión judicial para que determine de dónde salió el abanico de dólares … o de pesos…
Rosinés Chávez no es más que una muchachita de catorce años, quien no mide las consecuencias de sus actos, porque sus padres no se han preocupado en enseñarla. Cómo es posible que la exprimera dama venezolana Marisabel Rodríguez, haya justificado el hecho de que la hija se tomó la foto con el dinero extranjero diciendo: "el error no fue tomarse la foto, sino subirla a un medio donde hay gente ignorante que no respeta a los demás". No señora, el error es que esa niña tenga moneda extranjera en un país donde es ilegal hacerlo, ése es el problema. El problema es que usted y su exesposo han convertido los caprichos de su hija en mandatos para los venezolanos. ¿Acaso se les olvidó que en el 2008, el mandatario reveló que a pedido de Rosinés cambió la orientación del caballo que figura en la bandera venezolana, que antes miraba hacia la derecha porque a la niña le gustaba más el “caballito” viendo para otro lado”?
Como madre, siempre le pido Dios – sí, no soy atea- que me dé sabiduría para enseñarles a mis hijos el valor de las cosas. Los excesos de Rosinés Lohan, como la han apodado algunos venezolanos, son responsabilidad de sus padres.
*Imagenes vía Rosinés Chávez/*yfrog