La reina Isabel II, quien perdió la vida el jueves 8 de septiembre de 2022, tuvo a lo largo de su reinado una gran cantidad de momentos impactantes y controversiales, los cuales serán recordados para la eternidad.
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La reina, quien era hija de los duques de York, Alberto e Isabel, permaneció en el trono del 6 de febrero 1953 hasta el día de su muerte, es decir, fue Reina a lo largo de 70 años y 214 días. Le sobreviven sus cuatro hijos, Carlos, quien es el nuevo rey, así como Ana, Andrés y Eduardo.
Entre las polémicas y sucesos relevantes que enmarcaron su reinado están la abdicación que la llevó al trono, su boda con el príncipe Felipe, su coronación, su postura sobre la relación de Carlos con Lady Diana Spencer, así como las diferencias que tuvo en los últimos años de vida con Harry, quien decidió renunciar a la corona para ir en búsqueda del amor.
Abdicación de Eduardo VIII la llevó al trono.
Aunque por nacimiento, Elizabeth Alexandra Mary, como era su nombre completo, no era la heredera número uno al trono, la abdicación de Eduardo VIII, su tío, provocó un cambio en la línea sucesora, cediendo ese sitio de honor a Jorge VI, el padre de la futura Reina y segundo hijo del rey Jorge V.
Eduardo VIII abdicó al trono en 1936, con tan solo 325 días en el reinado y lo hizo por amor, pues antepuso su relación con Wallis Simpson, una reconocida socialité estadounidense, a los intereses de la realeza. Tras abdicar contrajeron matrimonio y permanecieron juntos hasta el 28 de mayo de 1972, día en que él perdió la vida.
Sufrió con su outfit en el día de su boda con Felipe de Mountbatten.
El 20 de noviembre de 1947 contrajo matrimonio con Felipe de Mountbatten en una ceremonia celebrada en la Abadía de Westminster. Aunque permanecieron casados hasta que el el príncipe falleció, el 9 de abril de 2021, los instantes previos a la boda estuvieron repletos de contratiempos y todos ellos relacionados con los accesorios y el vestido de la futura novia.
Resulta ser que la tiara de diamantes que usaría en ese mágico día, y que era un artículo prestado de la reina María, es decir, de su abuela, se rompió horas antes del enlace, siendo necesaria la oportuna intervención de un joyero para buscarle una solución y vaya que lo lograron. También perdió su antiguo collar de dos hileras de perlas, mientras que su séquito extravió, por unos instantes, su ramo de orquídeas blancas. Afortunadamente todo tuvo solución y los novios pudieron jurarse amor eterno.
Da a luz a Carlos, su primer hijo.
El 14 de noviembre de 1948 dio a luz a Carlos, su primer hijo, quien hace unas horas se convirtió en el nuevo Rey. El nacimiento del heredero a la corona se produjo en el Palacio de Buckingham.
Carlos, quien estuvo casado con Lady Diana y es padre de William y Harry, se convirtió en el heredero con más edad en asumir el trono, al haberlo hecho a los 73 años. Hasta ahora el récord lo ostentaba su tatarabuelo, Eduardo VII, quien llegó al trono a los 59 años.
Se convierte en Reina tras la muerte de Jorge VI.
El 6 de febrero de 1952, y con tan solo 27 años, Isabel asumió el rol de Reina, sin imaginar que lo haría por 70 años y 214 días. Su reinado inició tras la muerte de su padre, el entonces rey Jorge VI, quien no logró sobreponerse a una prolongada enfermedad.
Al momento del deceso de su padre, la joven estaba de viaje por Kenia, por lo que tomó un avión para asumir de inmediato su responsabilidad, aunque fue coronada hasta 16 meses después. De acuerdo a Royal Central, su coronación demoró tanto tiempo por respeto al difunto, aunque en The Crown, de Netflix, se señala a Winston Churchill como el responsable de este retraso. ¿Cuál será la verdad?
Boda prohibida y divorcio de escándalo de su hermana Margarita.
La princesa Margarita, la hermana menor de la reina Isabel II, se caracterizó por llevar una juventud llena de excesos y actitudes contrarias a los buenos hábitos de la época. Entre esas acciones estuvo su intento de boda con Peter Townsend, quien era 16 años mayor y divorciado. Todo un escándalo al que se opusieron la Iglesia anglicana y el Gobierno.
Fue tal la presión que ejercieron, y aunque contó con la anuencia de su hermana mayor, la joven optó por cancelar su enlace. Tiempo después se casó con el fotógrafo Anthony Amstrong-Jones, de quien se terminaría divorciando en 1978. Su divorcio fue el primero para un miembro de la alta realeza británica en más de 7 décadas. ¡Qué escándalo!
Desplome en las encuestas y ‘annus horribilis’
Los miembros de la realeza, como los políticos, viven de su popularidad. La reina Isabel II pasó por una de sus caídas más estrepitosas, en 1992, tras las separaciones de Lady Di y el príncipe Carlos, así como la del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, y qué decir del divorcio de la princesa Ana. Fueron tres rupturas en muy poco tiempo.
“En palabras de uno de mis corresponsales más comprensivos, ha resultado ser un 'annus horribilis'. Sospecho que no soy la única que lo piensa así”, señaló la monarca, el 24 de noviembre de 1992, en el marco de los festejos por sus 40 años de reinado.
Su relación con Lady Di no fue precisamente la mejor.
La relación entre la reina Isabel y la princesa Diana, esposa de su hijo Carlos, estuvo llena de altibajos. A pesar de que era considerada como la mejor candidata para convertirse en esposa del futuro Rey, hubo conductas que no terminaron de agradar a la Reina, lo que provocó que tuvieran roces y diferencias.
A la Reina Isabel II no le parecía que Diana hablara con sus empleados de servicio y con la prensa sobre temas privados. Le molestó que declarara que no consideraba a Carlos una persona apta para ser Rey. También se sintió incómoda con los desequilibrios emocionales de su nuera y con las revelaciones que hizo tras la separación de su hijo, donde compartió con la prensa los acuerdos económicos a los que llegaron tras su ruptura.
La muerte de Lady Di empañó su legado.
El deceso de Lady Di, la madre de sus nietos William y Harry, fue un golpe muy duro para el legado de la reina Isabel II. Aunque se trató de un aparente accidente automovilístico, no han faltado las voces que han asegurado que su muerte, ocurrida en agosto de 1997, fue planeada por la familia real británica.
“Lo hizo la Reina”, se podía leer en algunos grafitis que aparecieron en las inmediaciones del puente del Alma horas después del fatal percance.
Perdió toda formalidad al abrazar a Michelle Obama.
Aunque la Reina solía conservar la etiqueta con sus invitados, en una ocasión se saltó los códigos y saludó con un afectuoso abrazo a Michelle Obama, la entonces primera dama de Estados Unidos, provocando que la imagen le diera la vuelta al mundo.
La muestra de aprecio fue minimizada por su modista, Angela Kelly, quien aseguró que lo único que hizo la Reina fue mostrar su afecto ante su invitada. "En realidad, fue un instinto natural para la Reina mostrar afecto y respeto por otra gran mujer, y realmente no hay un protocolo que deba cumplirse", se lee en un fragmento de su libro The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe.
Saltó desde un helicóptero en Londres 2012.
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no solo fueron un suceso en el ámbito deportivo, sino que también lo fueron por su espectacular inauguración, la cual estuvo encabezada por la Reina, bueno por su doble, quien saltó desde un helicóptero al puro estilo de James Bond.
La espectacular entrada dio muestras del gran sentido del humor y de la disposición con la que contaba Isabel II, quien gracias a su iniciativa logró que su nombre le diera la vuelta al mundo y le robara cierto protagonista a los atletas.
Harry decide renunciar a la realeza.
Aunque nunca estuvo de acuerdo con la decisión de Harry de renunciar a la realeza para seguir su corazonada de estar con Meghan Mark, a la Reina no le quedó de otra que aceptar y respetar la decisión de su nieto.
El 13 de enero de 2020 le otorgó un permiso para residir entre Canadá y el Reino, aunque de unos meses a la fecha su residencia principal se ubica en el estado de California.
“Gracias a Dios, Meghan no viene al funeral”, le atribuyeron polémica frase.
El libro Revenge: Meghan, Harry and the War Between The Widsors, escrito por el biógrafo Tom Bower, dio a conocer los supuestos comentarios que habría dicho la reina Isabel II tras la muerte de Felipe de Edimburgo, en los que, presumiblemente, se congratulaba porque Meghan Mark no asistiría a su funeral.
“Gracias a Dios, Meghan no viene”, habría sido las palabras que la monarca le dijo a uno de sus ayudantes. El impacto de sus palabras fue tal que no faltaron los que aprovecharon la ocasión para hacer artículos con la polémica frase.
Meghan Markle denuncia haber sido víctima de racismo.
En marzo de 2021, la actriz Meghan Markle realizó reveladoras confesiones, en una entrevista otorgada a Oprah Winfrey, donde aseguró que fue víctima de racismo en el Palacio de Buckingham, después de que le dijeran que Archie, su hijo mayor, nunca tendría un título nobiliario. ¿Las razones? Los orígenes de su mamá, quien es hija de madre negra y padre blanco.
"En los meses en los que yo estaba embarazada hubo preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera", reveló Meghan en la entrevista que puso de cabeza a la realeza.
Reunion con el oso Paddington.
En junio de 2022, como parte de su jubileo de platino, la familia real lanzó un video que muestra a la Reina tomando té y compartiendo sandwiches de mermelada con el famoso oso Paddington.
Ese material, del que se continúa hablando hasta ahora y que dio muestras de su sencillez, cuenta con más de 5 millones de reproducciones.
Infidelidades y acusaciones de abuso sexual empañan a su familia.
Los escándalos de faldas y sexuales no fueron ajenos a la reina Isabel II y a sus herederos, quienes ocuparon las primeras planas de la prensa rosa por la forma en que terminaban sus relaciones o por verse involucrados en casos de acoso y abusos.
La relación del príncipe Carlos y Lady Di acabó por la infidelidad de ambas partes, mientras que el príncipe Andrés fue acusado del abuso sexual de una menor de edad, lo que llevó a la Reina a retirarle todos los honores militares. Él negó los señalamientos.
Felipe de Edimburgo también le dio uno que otro dolor de cabeza.
Aunque lo amó como a nadie en la vida, la reina Isabel II debe reconocer que su esposo, Felipe de Edimburgo, en más de una ocasión la metió en aprietos por los comentarios fuera de lugar que solía realizar, en especial, hacia las mujeres o hacia las personas con discapacidad.
También lo persiguieron los rumores de infidelidad y las malas relaciones que tuvo con Lady Di y con Sarah Ferguson, las parejas de dos de sus hijos.
