Rebecca Jones: Su vida, trayectoria y valiente lucha contra el cáncer

El mundo del espectáculo mexicano se vistió de luto por la muerte de la actriz Rebecca Jones, quien, a lo largo de más de 40 años de trayectoria, formó parte de diversas puestas en escena, películas, series y telenovelas, siendo Cabo su última producción, la cual, incluso, no pudo concluir debido a los problemas de salud que presentó a finales del 2022.

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A pesar de los grandes logros que cosechó en el ámbito profesional, su vida no fue sencilla, pues una amenaza de bomba la obligó a salir huyendo de México cuando era una jovencita, mientras que años más tarde se vio forzada a trabajar como mesera para tener algo dinero y así poder pagar sus estudios, pues en su familia no pasaban por una buena situación económica.

En la década de los 80 conoció a Alejandro Camacho, con quien estuvo casada por más de 25 años y con quien tuvo un hijo, Maximiliano. La pareja decidió separarse en 2011 y en 2017 ella fue diagnosticada con cáncer de ovario, sin embargo, logró sobreponerse y retomó su vida. En noviembre de 2022 fue hospitalizada de emergencia y cuatro meses después perdió la vida por causas aún sin revelar. Hacemos un recorrido por su vida y por su trayectoria, la cual estuvo plagada de éxitos, pero también de mucha lucha y tropiezos.

Fue la cuarta de seis hijos.

Rebecca Jones Fuentes Berain, mejor conocida como Rebecca Jones, nació en la Ciudad de México el 21 de mayo de 1957. Era hija del pintor estadounidense Gordon Jones y de la mexicana Leonor Fuentes Berain. Fue la cuarta de seis hijos.

Tuvo una infancia feliz.

A pesar de formar parte de una familia numerosa, ese no fue un impedimento para que la pequeña Rebecca disfrutara al máximo de su niñez, tal y como ella misma lo hizo saber en una entrevista que otorgó a la revista mexicana TVyNovelas: “Mi infancia fue maravillosa, yo ya quería ser actriz. Cada cumpleaños mi mamá montaba obras de teatro que yo escribía; yo era la princesa, mis hermanos Paul y Peter los príncipes y Mark el duende; el fue mi compañero de juegos”, destacó la actriz en su momento.

Se mudó muy joven a Estados Unidos tras recibir amenaza.

Aunque toda su infancia la pasó en México, desde su adolescencia y hasta finales de la década de los 70, vivió en California, Estados Unidos, a donde se mudó con toda su familia. Su mudanza se produjo después de que una bomba casera estallara en el buzón de su hogar en Ciudad de México.

Era una mujer muy preparada.

Durante su estancia en la Unión Americana tuvo oportunidad de estudiar en la Laguna Beach High School, así como en la University of Southern California y en la South Coast Actors Corporation, donde se preparó, como pocos, en la carrera que tanto le apasionaba.

Además de haber estudiado Arte Dramático, tomó diversos cursos de actuación, análisis literario, escenografía, iluminación, maquillaje, entre otros tantos más.

Ella solita se pagó sus estudios.

Aunque muchos jóvenes reciben todo el apoyo de sus padres durante su etapa estudiantil, a Rebecca Jones le tocó esforzarse al doble, pues tuvo que estudiar y trabajar al mismo tiempo para poderse pagar sus estudios. Laboró como mesera en un restaurante de nombre Víctor Hugo.

Siguió con su formación a su vuelta en México.

A pesar de ya contar con una destacadísima preparación en Estados Unidos, eso no impidió que Rebecca Jones se siguiera forjando actoralmente en México, lo que la llevó a inscribirse al Centro de Capacitación de Actores de Televisa, donde contó con todo el apoyo de su tía Fernanda Villeli, quien fue una notable escritora de telenovelas, entre las que figuraron Senda prohibida y El derecho de nacer.

Hizo pequeños papeles antes de brillar en la gran pantalla.

La carrera de Rebecca Jones en la televisión y el teatro comenzó a finales de la década de los 70. Su primer papel, el cual fue sumamente pequeño, se le presentó dentro del melodrama Muchacha de barrio, al que siguió su rol más recordado en aquellos tiempos, el de Mary Ann en El amor nunca muere.

Sobre su debut en teatro también hay ciertas dudas, mientras algunos aseguran que se produjo en El Coleccionista, otros tantos señalan que, en realidad, su primer papel fue en Salvar a los delfines, una puesta en escena a la que se incorporó en sustitución de Edith González.

Desde entonces daba muestra de su talento y no tardó en despuntar.

Rebecca Jones dio muestras, desde sus primeros papeles, del gran talento con el que contaba, lo que le permitió sumarse a grandes producciones de su época, tanto en teatro, cine y televisión. En sus primeros años la vimos en la telenovela El maleficio, La traición y Angélica, así como en las películas Gringo mojado y Vacaciones separadas.

Así comenzó su historia de amor con Alejandro Camacho.

Aunque en un inicio solo fueron amigos, ya que cuando se conocieron ella era pareja de Humberto Zurita, con el pasar del tiempo se comenzaron a tratar de otra manera, siendo ella la que tomó la iniciativa y se le declaró. “Le dije: ‘Sabes qué, tú me encantas, y yo estoy segura que yo te encanto, entonces por qué no nos juntamos’”, declaró en su momento en una entrevista con el programa Ventaneando y también habló del tema con Gustavo Adolfo Infante.

Su primer rol protagónico llegó de la mano de ‘El ángel caído’.

En 1985, con muy pocos años en pantalla, recibió su primera oportunidad en un rol protagónico con la telenovela El ángel caído, donde trabajó con el fallecido Eduardo Palomo y con Alejandro Camacho, quien, para ese entonces, ya era su pareja en la vida real.

Se consolidó con ‘Cuna de Lobos’.

Aunque su primer rol protagónico fue en El ángel caído, su consolidación llegó con Cuna de lobos (1986), un melodrama protagonizado por Gonzalo Vega y Diana Bracho, mientras que el rol antagónico corrió a cargo de María Rubio. Ese proyecto, en el que también estuvo Alejandro Camacho, sigue siendo recordado y es considerado como uno de los mejores de todos los tiempos.

Se casó en México y en Estados Unidos.

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En 1986, Rebecca y Alejandro Camacho unieron sus vidas en matrimonio por la vía civil en una ceremonia realizada en México, mientras que tiempo más tarde se casaron en Long Beach, California, en una boda improvisada, tan improvisa que ella se casó con un vestido prestado de su hermana, mientras que él lo hizo con una corbata de su suegro.

Se convirtieron en padres de Maximiliano.

A tres años de su boda dieron la bienvenida a Maximiliano Camacho Jones, su único hijo, del que se conoce muy poco, pues, contrario a sus papás, prefirió manejar un perfil bajo y totalmente alejado de los reflectores. Se sabe que estudió música en Nueva York y que ha trabajado por allá como DJ.

Migró a TV Azteca tras años de grandes éxitos en Televisa.

Tras Cuna de lobos, la vimos en diversas producciones de Televisa como Dos vidas (1988), La sonrisa del Diablo (1992) e Imperio de cristal (1994), sin embargo, en 1999 firmó para TV Azteca, empresa en la que trabajó en proyectos como La vida en el espejo (2000) y Lo que callamos las mujeres (2001).

Consolida su internacionalización.

Aunque ya había tenido algunos papeles en producciones fuera de México, su consolidación en el extranjero llegó de la mano de Venevisión y de Telemundo, empresas en las que trabajó en proyectos de la talla de El país de las mujeres (2002), El alma herida (2003), Pasión prohibida (2013), Señora Acero (2014) y La Doña (2016).

Se separa de Alejandro Camacho.

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En medio de su consolidación en Estados Unidos, Rebecca Jones pasó por un duro capítulo en el plano personal, pues en 2011 ella y Alejandro Camacho decidieron poner punto final a su historia de amor tras 26 años de casados y cuatro de novios. Su ruptura se dio en los mejores términos después de que surgieran rumores de que no estaban más juntos.

En 2010 personificó a una mujer que padecía cáncer.

Siete años antes de que fuera diagnosticada con cáncer, Rebecca Jones personificó a Antonia Palacios en Para volver a amar, una producción de Televisa. Su personaje se caracterizaba por ser una mujer exitosa y respetada, sin embargo, su mundo se le vino abajo después de que su hija tuviera un accidente y ella fuera diagnosticada con cáncer de seno.

En sus últimos años de carrera trabajó para varias cadenas.

Además de haber probado suerte con Telemundo, Rebecca Jones también hizo, en los últimos años de su carrera, todo tipo de proyectos con las más diversas cadenas y servicios de streaming. Para Televisa trabajó en Que te perdone Dios (2015), Doña Flor y sus dos maridos (2019), Te acuerdas de mí (2021) y Cabo (2022); para Netflix formó parte de La casa de las flores (2020) y de ¿Quién mato a Sara? (2021), mientras que para TV Azteca personificó a Catalina Basurto en Las malcriadas (2017).

Le fue diagnosticado cáncer de ovario.

Rebecca Jones recibió, en 2017, uno de los golpes más duros de su vida después de que fuera diagnosticada con cáncer de ovario, mientras se encontraba de gira con la obra de teatro Dios mío, hazme viuda, por favor. Desde entonces se sometió a una cirugía y a varios tratamientos de quimioterapia para vencer la enfermedad. En 2022 se dijo que el cáncer le había vuelto, tras unas declaraciones dadas por Alejandro Camacho, sin embargo, ella en todo momento negó esas afirmaciones.

Fue hospitalizada de emergencia.

El 2 de noviembre de 2022 fue hospitalizada de emergencia, debido a una deficiencia pulmonar, que derivó en una pulmonía y en su posterior intubación, sin embargo, dos semanas después fue dada de alta y continuó con su recuperación en su domicilio.

Salió de la telenovela ‘Cabo’.

Su enfermedad ocasionó que no pudiera terminar su participación en la telenovela Cabo, de Televisa, donde hacía el rol de Lucía, pues su equipo médico le recomendó guardar reposo absoluto. Su personaje no desapareció tras su salida, sino que el rol recayó en manos de la reconocida actriz Azela Robinson.

Su última aparición pública fue en una función privada.

El 5 de marzo de 2023 fue la última vez en que se pudo ver a Rebecca Jones en un lugar público, cuando ella, su familia y algunos amigos acudieron a una función privada de la película Nada que ver, producción de la que ella formaba parte y en la que dio muestras, una vez más, de su enorme talento. Ahí personificó a la mamá de Paola, una joven invidente déspota y antipática.

Murió la madrugada del 22 de marzo.

Dos semanas después de esa reaparición, la gran actriz Rebecca Jones perdió la vida, a los 65 años de edad y lo hizo acompañada de sus familiares más cercanos, tal y como lo dio a conocer la agencia que la representaba. A pesar de lo querida que era entre el público, se optó por despedirla en privado, siendo hasta dentro de unos días que sus seguidores recibirán una sorpresa que ella misma preparó y que formó parte de su última voluntad. ¡Que descanse en paz!*

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