Raúl González confiesa que es gay y dice por qué lo ocultó durante años

Raúl González ha tenido un acto de amor propio en su primer libro autobiográfico, La verdad muere de pie, al contarle al mundo que es homosexual. Treinta años pasaron para que el comunicador venezolano, quien alegra las mañanas de los televidentes en Despierta América, de la cadena Univision, hablara de su orientación sexual. En buena parte esperó todo este tiempo por una promesa que le hizo a su padre y que le costó un inmenso sacrificio a nivel personal.

"Hoy me libero" expresó Raúl, a propósito del lanzamiento de la publicación de dicho libro, en el que por primera vez decide contar su verdad: cómo supo que era gay, quiénes fueron las personas de su familia a las que se lo confesó y cuál fue el alto precio emocional que tuvo que pagar al verse forzado a guardar silencio sobre sus preferencias sexuales.

En una entrevista con la periodista Mandy Fridmann, el presentador aseguró visiblemente conmovido: "Llega un momento en que dices: ´Ya basta, ya basta de vivir pretendiendo ser quien no eres, ya basta de tener una máscara, ya basta de tratar de ser perfecto cuando la perfección no existe, ya basta con cargar con el peso de la culpa del pasado'", declaró, demostrando que está siendo absolutamente liberador hablar de su proceso, para dejar atrás el miedo y la vergüenza.

Su padre le pidió que no divulgara esta noticia hasta que él muriera.

Raúl González dijo a Las Top News que tuvo una razón de mucho peso para mantener oculto que era gay. Su padre así se lo pidió cuando supo su orientación, algo que él quiso respetar mientras el señor viviera.

"Cuando mi papá se entera, me hace jurar que esto no se sepa hasta que él se muera. Y yo, por amor y respeto, se lo prometí porque entendí su vergüenza", narró Raúl a Fridmann, durante la entrevista que le concedió desde su residencia.

"Sin embargo, cuento también ese proceso primero de negación de parte de él y después un proceso de amor tan hermoso, que es el otro mensaje que quiero dar: el perdón. Y la importancia también de transitar", agregó.

Raúl consideró recurrir a ayuda profesional.

"Yo estuve en terapia desde que tengo 17 años precisamente para entender todo lo que estaba pasando, saber cómo me iba a enfrentar yo a esta situación", acotó Raúl, mientras las lágrimas le brotaban. "Yo sacrifiqué mi felicidad. Pero él se fue en paz" subrayó, en un acto de amor hacia su progenitor. "Tuve el apoyo de mi mamá, siempre, pero él se fue en paz", remató.

"Ya yo dije quién era o lo que me faltaba por decir. Todo el mundo te juzga y te condena… En el nombre de Dios te condenan. Yo lo que quiero es estar tranquilo. Ya se abrió la puerta, vendrán comentarios, pero yo estoy consciente de lo que esto significa", agregó en tono reflexivo.

Además reconoció que hubo momentos en los que cometió excesos.

Mezcalent

Raúl pasó tres décadas batallando con sus sentimientos por tener que ocultar su realidad más profunda. Esto le trajo consecuencias que incidieron en que adoptara hábitos perjudiciales, tal como señaló. "Cuando ya tú empiezas a ver todo con perspectiva dices: 'Yo no he matado a nadie, yo no he hecho cosas que llaman pecados mortales".

"En lo absoluto, simple y llanamente he sido un ser humano que se escondió, se refugió en comida, en alcohol, en relaciones que en algún momento se convirtieron en tóxicas para aparentar'" externó, asumiendo una verdad que hace mucho quería gritar: "Soy gay".

Hoy cuenta con valentía y orgullo que decidió mostrarse tal como es.

Mezcalent

Raúl González le confesó su preferencia sexual a su hermana, luego a su madre, y lo más difícil fue decírselo a su papá. Ante las personas que lo cuestionaron por querer hacer pública su sexualidad, él respondió que la "mentira encadena" y la "verdad produce alivio".

"Venimos de una sociedad y de una cultura, sobre todo en Latinoamérica, donde mil veces se dijo: 'Prefiero una hija prostituta que un hijo homosexual'. ¿Cómo crece esa persona? Señores, esto no es algo que se escoge porque les aseguro que no lo hubiera escogido de lo doloroso que es", dijo con el corazón en la mano y la mente abierta.

"Sí, porque fue el mayor miedo con el que crecí, con el que se me juzgó, con el que se me hizo bullying", recordó en esta valiente confesión que todos le aplaudimos.