Una niña de 10 años que se recuperaba de cáncer cerebral fue deportada junto a su familia a México el pasado 4 de febrero. La pequeña, quien es originaria de Texas, se dirigía en compañía de sus seres queridos de Río Grande a la ciudad de Houston para un chequeo médico de emergencia. Sin embargo, los detuvieron en un punto migratorio y posteriormente los deportaron a México.
Ella y sus hermanos nacieron en Estados Unidos.
La menor, al igual que tres de sus hermanos, son ciudadanos estadounidenses, pero el que sus papás no pudieran comprobar en ese momento su estatus migratorio terminó en su detención y deportación.
Los papás de la menor siempre habían logrado librar el punto migratorio presentando las cartas de sus médicos y abogados, pero en su último intento, esos documentos no fueron suficientes, comenzando ahí su pesadilla.
Su mamá compartió la historia de lucha de su hija.
La madre de la pequeña compartió en entrevista con NBC News que a su hija le diagnosticaron cáncer cerebral en el 2024 y posteriormente la sometieron a una cirugía para extirparle el tumor.
En la misma conversación detalló que su hija aún presenta dificultades para hablar y para mover el lado derecho del cuerpo, los cuales se han acrecentado por haber tenido que dejar de recibir sus terapias de rehabilitación y asistir a sus respectivas consultas.
Durante su detención la separaron de su padre.
La madre de la menor detalló en la misma entrevista que su pesadilla no terminó con su detención, sino que continuó con su separación y la forma inhumana en que los trataron. A los hombres los enviaron a un lado, mientras que a las mujeres a otro.
“El miedo es horrible. Casi no puedo explicarlo, pero es algo frustrante, muy duro, algo que no le desearías a nadie”, detalló a NBC News.
Actualmente la familia vive en México y teme por su vida.
El haber sido expulsados de Estados Unidos a pesar de que cuatro de sus hijos son ciudadanos estadounidenses y que ellos vivían ahí desde el 2013, llevó a la familia a vivir en un albergue en México y posteriormente se trasladaron a una casa, en donde viven con miedo a que les pueda pasar algo, pues los enviaron a una zona con altos niveles de delincuencia.
Una organización de derecho civiles acusa falta de tacto por parte de las autoridades.
Rochelle Garza, presidenta del Texas Civil Rights Project, detalló que el caso de esta pequeña no es el primero que se da en Estados Unidos en los últimos meses, pues ya hay otros con familias de estatus mixto, en donde algunos son ciudadanos legales y otros no.
Si bien no es el primer caso durante el mandato de Donald Trump, Garza detalló que sí es el primero que se da con un caso de emergencia médica, por lo que hacen un llamado a frenar este tipo de deportaciones.
